Santa Cruz, Guanacaste. El Tribunal de Juicio de este cantón condenó ayer a Luis Osmín Sánchez a 30 de cárcel por el homicidio del soldador Yamil Orias Orias, de 35 años.
Sánchez atacó a la víctima con un tubo antes de arrollarla con su carro. Luego lanzó el cadáver a un pozo. Los hechos ocurrieron en la noche del 27 de febrero.
La víctima y el asesino se encontraron en un baile en Villarreal de Tamarindo, Santa Cruz.
Ahí se enfrascaron en una pelea. Los jueces llegaron al convencimiento de que Sánchez atacó a la víctima con un tubo.
Orias recibió fuertes golpes en el cráneo que lo hicieron perder el sentido. No satisfecho con la agresión, Sánchez abordó su vehículo y atropelló dos veces a su rival.
Luego cargó el cuerpo en el cajón de su pickup y lo llevó hasta un pozo. Con el cuerpo recorrió unos 15 kilómetros hasta Los Ranchos, Santa Cruz.
Regaño. En sus conclusiones, el fiscal, Jorge Vallejos, arremetió en contra del acusado.
“No le bastó con dejarlo (a Orias) inconsciente y golpeado en el suelo, sino que tomó el vehículo y le pasó por encima dos veces. Este fue un asesinato con salvajismo”, señaló.
Vallejos pidió a los jueces que le impusieran 35 años de cárcel.
Al final del debate, el juez Gerardo Alfaro calificó el homicidio como “un acto deleznable”.
“Aunque usted alegara que tuvo que defenderse, se excedió en todos los límites de defensa. Por lo tanto, el acto es reprochable.
“Al llevarlo a la muerte no era necesario hacerlo sufrir tanto como usted lo hizo”, manifestó el juez al final del debate.
Según la versión de Sánchez, el soldador lo amenazó con un arma blanca y por eso decidió enfrentarlo. “Era él o yo”, le dijo al tribunal.
Como el fallo no esté en firme, los jueces le dictaron otros seis meses de prisión preventiva.