Taras, Cartago. Unos niños que jugaban con canicas encontraron en un vehículo Hyundai, a la entrada de Los Diques, un rastro de sangre que dejó al descubierto el asesinato del taxista informal Adrián Solano Araya, de 22 años.
Al joven, vecino de la de la urbanización Laguna Doña Ana, en Paraíso -Cartago-, le dispararon detrás de la cabeza.
Una vez que le quitaron la vida, -la bala salió por una mejilla- los homicidas ocultaron el cadáver en la cajuela.
Solano estaba desaparecido desde la noche del lunes, cuando fue a una venta de carros en Paraíso para cerrar un negocio.
De acuerdo con familiares, llevaba ¢450.000 con los cuales adquiriría otro carro, previa entrega de su Hyundai.
Taxista informal. La víctima se ganaba la vida como taxista informal en Paraíso, pero -de acuerdo co su familia- solo atendía el llamado de clientes conocidos.
"Como a las 7 de la noche (del lunes) recogió a su novia en Cachí y la dejó en su casa. Le dijo que iba a cerrar el trato", explicó Geovanni Mata, primo de la víctima.
Las autoridades corroboraron que el taxista estuvo en esa venta de carros, cercana al estadio de Paraíso, pero sus propietarios aseguran que de ahí se marchó minutos más tarde sin revelar su destino.
"Nos preocupamos mucho en la mañana cuando nos dimos cuenta que no llegó a dormir. Él siempre avisaba si iba a tardar. No tenía problemas con nadie", dijo Mata.
Los homicidas -según estableció la Policía- dejaron el vehículo a unos 75 metros de la entrada a Los Diques, entre la medianoche y la 1 de la madrugada de ayer.
"Un vecino salió para su trabajo como a las 4:30 de la mañana y vio el carro ahí estacionado, pero no notó nada extraño.
"A eso del mediodía, unos chiquitos vieron que caía un líquido por debajo", señaló Alamar Barquero, un vecino de Los Diques.
Dinero perdido. Una vez que las autoridades corroboraron que era sangre, abrieron la cajuela.
A Solano lo hallaron en una posición incómoda, con una pierna extendida y la otra cruzada.
Por la posición, las autoridades estiman que los homicidas lo metieron ahí tras darle muerte.
Además, en Los Diques no hubo detonaciones esa noche, lo que corrobora que el asesinato ocurrió en otro lugar.
"Creemos que llevaron el cadáver a esa localidad para desviar la atención", indicó una fuente cercana a las pesquisas.
El taxista tenía sus pertenencias -entre estas la billetera-, pero los asesinos se llevaron el dinero de sus bolsillos.
De forma preliminar, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) estableció que le dispararon con un arma de gran potencia que bien podría ser un revólver calibre 38 o una pistola 9 milímetros.
Adrián Solano era el segundo de cuatro hermanos.