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Autoridades migratorias presentaron ante la Fiscalía en lo que va de esta administración denuncias en contra de 80 personas sorprendidas con documentos falsos o alterados.
La mayoría de los casos (50) fueron detectados en la sede central de esa dependencia, mientras otros 30 los descubrieron en los puestos fronterizos y en el aeropuerto Juan Santamaría.
Las personas que los portaban (en su mayoría extranjeros) enfrentan causas por uso de documento falso, que se castiga con pena de uno a seis años de cárcel.
Mario Zamora, director de Migración y Extranjería, advirtió que el sistema será vulnerable mientras los viejos documentos migratorios no salgan de circulación.
“Es grave que, pese a estar en el siglo XXI, aún nos basamos en documentos poco seguros. Aunque entre los funcionarios hay cierta experticia en el tema (de detección de alteraciones), hay algunos casos que solo un experto en grafoscopía podría detectar”, comentó.
Precio. En el mercado negro los pasaportes ticos se cotizan entre $8.000 y $10.000. “Tenemos que combatir la cultura de que no va a pasar nada si se utiliza un documento así.
“La gente debe entender que eso le va a traer consecuencias legales”, señaló el funcionario.
El 17 de setiembre la Fuerza Pública detuvo a cuatro extranjeros en Golfito. El grupo viajaba en un taxi que abordó en el punto fronterizo de Paso Canoas.
Los cuatro mostraron a la Policía constancias de nacimiento en Puerto Rico, cuando en realidad eran originarios de Colombia.
También se metió en problemas una costarricense que falsificó un documentos para sacar del país a su sobrina. Los padres de la menor estaban en Estados Unidos y sin sus firmas no era posible autorizar la salida de la niña.
Zamora dijo que en la actualidad solo es posible detectar las falsificaciones burdas, copiadas mediante escaneo.
“El hampa posee y utiliza tecnología sofisticada. Existe un negocio muy grande de venta internacional de documentos migratorios”, afirmó. Colaboró el corresponsal Freddy Parrales.
