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El defensor público Luis Fernando Burgos ejercía sobre su esposa Maureen Hidalgo Mora “actos de violencia física y psicológica desarrollados no solo a través de agresiones corporales, sino además mediante actos posesivos de celos, limitándole visitas a sus familiares más cercanos”.
Esta es parte de la tesis de la Fiscalía en relación con el crimen de la joven, cuyo cadáver apareció el 16 de julio al borde de un precipicio en Atenas, Alajuela.
José Barletta, el juez que encarceló a Burgos, llegó al convencimiento de que “el móvil más fuerte hasta el momento nos señala un asunto de celos”.
Si bien Hidalgo nunca denunció a su esposo por maltratos, varios de los testigos entrevistados por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) coincidieron en que la víctima vivió bajo el asedio del sospechoso.
“Maureen me comentó que él (Burgos) era agresivo en su relación de pareja; incluso que era medio maniático y excesivamente celoso. Que por cualquier cosa le hacía un problema.
“Me comentó que Luis Fernando la seguía; que en una oportunidad él sacó un permiso o algo así; que no llegaba a trabajar a la oficina. Maureen me comentó que Luis Fernando la seguía”, indicó una de las testigos.
Golpiza. Otra de las personas entrevistadas hizo mención a una supuesta agresión física.
“Una noche llegó Maureen. La observé que estaba llorando. Entonces le pregunté qué le estaba pasando. Me dijo: 'Es que viera cómo me maltrata Fernando.
“Anoche me pegó. Me siento muy mal'. A la vez me enseñó un morete en la mano y el antebrazo”, indicó la testigo.
Conforme la investigación, Burgos entregó a su esposa un teléfono celular para tenerla localizable en todo momento.
“Yo sí notaba que era muy posesivo. Continuamente la llamaba y le preguntaba dónde estaba; a qué hora llegaba... cosas así. Maureen se estresaba bastante”, declaró uno de los parientes
En la orden de prisión preventiva, el juez penal Barletta calificó al imputado Burgos como “una persona violenta que tenía tres armas de fuego que da a esconder al señor (menciona el nombre de uno de los testigos), lo cual nos da la firme posibilidad que atente contra la vida de los testigos”.
Peligro de fuga. Parte de la prisión preventiva se fundamentó en el hecho de que Hidalgo era el único arraigo familiar de Luis Fernando Burgos en el país.
El único pariente directo del defensor público –su madre– vive desde hace varios años en Canadá.
“La planificación que de los hechos ha realizado el aquí imputado –a efecto de no ser detectado– (...), cuidando todos los detalles, de tal forma que una mente que elabora y piensa en esos extremos podemos presumir, válidamente, que podrá tener un plan opcional para que en caso de ser ligado al hecho legalmente con suficiente prueba, huir del país”, concluyó el juez.
