San Isidro de El General. Una mujer acusada de matar a su esposo de un balazo en el cuello, en un hecho que ocurrió en enero del 2010, alegó ayer que el hombre se suicidó.
La declaración la brindó Anne Maxin Patton, de 42 años, al iniciarse un juicio en su contra como sospechosa del delito de homicidio calificado en perjuicio de su marido, John Félix Bender.
El hecho tuvo lugar el 8 de enero del 2010 en el cuarto piso de la casa que habitaba el matrimonio, ambos de nacionalidad estadounidenses, en una finca de 1.000 hectáreas en Florida de Barú, Pérez Zeledón.
La mujer rindió la declaración en español, la cual duró cerca de cuatro horas y en la que, incluso, respondió preguntas de la Fiscalía, pero, cuando le hicieron cuestionamientos concretos, la implicada dijo que no recordaba los detalles.
El fiscal en este caso, Luis Fernando Oses, en la acusación atribuyó a Patton disparar presuntamente a su esposo en la cabeza.
Además de este caso, en el Tribunal de Hacienda de San José se tramita otra causa contra Patton por el delito de contrabando, y hay otro proceso en el Juzgado Penal de Pavas contra un abogado de apellido Álvarez por presunta administración fraudulenta, pues este abogado manejaba un fidecomiso de Bender y, tras su muerte, no quiso entregar los bienes. Ese proceso lo planteó Anne Maxin Patton.
Enfermos. La mujer manifestó que conoció a Bender en Estados Unidos, en marzo de 1998. Agregó que desde las primeras semanas se dio cuenta de que ambos eran bipolares (cambios bruscos en el estado de ánimo) y eso les ayudó a mantener la relación.
Explicó que su marido se dedicaba a la compra y venta de acciones, “una especie de corredor de bienes”, y que tenían negocios en Estados Unidos y en Japón.
Patton señaló que, cuando se casaron, ellos decidieron invertir en un proyecto ecológico y por esa razón comenzaron a comprar propiedades en Costa Rica.
Precisó que fue en el 2000 cuando vinieron a radicar a San Isidro de El General y al año siguiente se fueron para Barú.
Patton recordó que, en abril del 2001, un grupo armado los retuvo cuando iban en un carro en Pérez Zeledón, para notificarles que Bender tenía un proceso en Estados Unidos, donde lo demandaban por $98 millones. Mencionó que desde ese momento incrementaron las medidas de seguridad en la finca de Barú.
La mujer afirmó que, con el tiempo, ese proceso fue archivado.
Al ahondar en detalles sobre aspectos de salud, alegó que, durante los años que tienen de vivir en Costa Rica, tanto ella como su esposo fueron a Estados Unidos para recibir tratamiento para sobrellevar las depresiones.
Agregó que Bender anunció en diversas ocasiones el deseo de acabar con su vida.
Patton afirmó que su marido se suicidó a las 0:15 a. m. del 8 de enero del 2010, cuando solo ellos se encontraban en el cuarto piso de la casa. Agregó que, ese día, ella estaba durmiendo y, cuando se despertó, vio a su marido con el arma y, al intentar quitársela, esta cayó al suelo y se disparó.
Consultada por el presidente del Tribunal, José Luis Cambronero, por qué decía que su esposo se sucicidó , señaló: “Si yo no hubiera intentado pararlo, él se suicida aquella noche”. Además agregó: “Él me dijo que estaba cansado de vivir una vida muy difícil con todo lo que había enfrentado, y que estaba asustado porque le podía hacer daño a alguien, y que él consideraba que yo estaría más segura sin él”.
Luego de la declaración de la imputada compareció un miembro de la Cruz Roja de Pérez Zeledón, Carlos Fernández Mora, quien señaló que el día del homicidio, cuando la atendieron a ella, se mostró serena, tranquila y que estaba bien de la presión.
Después, un exempleado de la familia, Waldo Moya, afirmó que en la casa de Barú la familia tenía pistolas e, incluso, una AK-47.