Un niño de tres años falleció el sábado en la tarde tras recibir un balazo en la cabeza que le propinó un hermano de siete años.
El hecho ocurrió en una finca en la localidad de Río Montaña, a unos 40 kilómetros al suroeste del centro de Nicoya, Guanacaste.
La Policía identificó a la víctima como Gerald Martínez Villegas.
Este es el tercer menor de edad que muere este año víctima del disparo de una arma de fuego.
Alejado. El primer aviso sobre el hecho lo recibió el sábado a las 7 p. m. la Cruz Roja de Nicoya.
Se trató de una llamada telefónica de un vecino de Cerro Negro, quien informaba sobre un niño herido de bala.
De inmediato se despachó una ambulancia hacia Cerro Negro.
Sin embargo, al llegar, los vecinos informaron a los socorristas que el menor había fallecido y que el cuerpo estaba en Río Montaña, un lugar donde solo se llega a caballo debido al mal estado de las vías.
Los cruzrojistas avisaron tanto a la Fuerza Pública como al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes tardaron cerca de tres horas para arribar al lugar.
El cuerpo del niño fue levantado a la 00:10 a. m. de ayer por orden del juez penal de Nicoya, Carlos Bermúdez. Lo trasladaron a la Morgue del Hospital de Nicoya, donde permaneció todo el día de ayer.
Descuido. Fuentes policiales dijeron que el suceso ocurrió el sábado alrededor de las 2 p. m. en una finca propiedad de la familia Martínez.
Según los informes los niños jugaban con un rifle bala U, cuando el mayor de siete años se lo colocó en la frente a su hermano y lo accionó. La muerte del menor fue de manera inmediata, dijeron investigadores.
Personas ligadas al caso manifestaron que, según versiones dadas por familiares, los menores tomaron el rifle sin permiso. El arma pertenece al padre de los menores pero no se sabe si está registrada.
Al parecer el rifle siempre permanecía cargado pues en la zona la familia la utiliza con mucha frecuencia para defenderse de los animales salvajes.
Oficiales del OIJ se trasladaron ayer al lugar del percance para decomisar el arma y buscar otras evidencias del homicidio.