Uno de los sobrevivientes de la masacre de Monteverde –ocurrida el 8 de marzo del 2005– contó ayer que permaneció escondido en una oficina 25 horas sin saber que a su esposa la habían matado.
Álvaro Salazar Cabezas, cónyuge de María Rosa Bolaños, una de las siete personas que murieron dentro de la sucursal bancaria, dio ayer un testimonio conmovedor.
Salazar habló al Tribunal sobre su repudio por lo sucedido, así como las horas que permaneció en la oficina de Félix Leitón, el entonces gerente de esa sucursal bancaria. Durante ese tiempo no supo nada de su esposa, quien hacía fila en la plataforma de servicio al cliente.
Una vez que terminó de declarar, Salazar dijo a La Nación: “Venir a declarar fue revivir parte de este calvario. Mi esposa y yo llegamos unos 10 minutos antes del cierre del banco y en eso me dirigí hacia la oficina del gerente a conversar con él.
“Nunca tuve visión de mi esposa ni supe que ella había muerto hasta que salí de la sucursal bancaria”.
Lluvia de balas. También dio su declaración el sobreviviente Ólger Rodríguez Mora.
“Hurtado ingresó disparando hacia el suelo. Yo estaba siendo atendido por un cajero en la plataforma de servicio al cliente y cuando escuché que iban a asaltar el banco no lo creí. Cuando vi al asaltante me tiré al suelo”, contó.
Durante su declaración Rodríguez relató que el asaltante se dirigió hacia donde estaba un sifón de agua y tomó.
Luego pasó por su lado y le majó los pies. En ese momento Hurtado le dijo: “Yo le aconsejo que se vaya porque aquí la cosa está fea”.
“Yo no conocía el banco. Me fui a buscar alguna puerta para salir, pero estaban con llave. Entré a otra en la que estaban un cajero y otra persona. Ellos se asustaron, creyeron que yo era el asaltante”, agregó.
Por la tarde un tercer testigo, Alexánder Arguedas Cruz, pasó al estrado. “A una persona el asaltante (Hurtado) la mató enfrente mío. Después del asalto a veces me sentía mal y no iba a trabajar y por eso fui despedido”, dijo el testigo.
Hurtado no estuvo ayer presente en la audiencia. Mediante sus abogados pidió permiso para faltar y alegó tener un quebranto de salud, sin entrar en detalles sobre la enfermedad. Tampoco acudió a la sesión de la tarde.