
Convertirse en investigador judicial no es sencillo: solo 8 de cada 100 aspirantes al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) gana la prueba psicológica.
Jorge Rojas, director saliente de la institución, asegura que el rechazo se debe a que los aspirantes a policía carecen de inteligencia emocional, que es la habilidad para manejar los sentimientos propios y ajenos.
Las pruebas las realizan psicólogos del Departamento de Personal del Poder Judicial y son el primer filtro para excluir a los aspirantes que se salen de los parámetros; por ejemplo, una persona violenta o demasiado pasiva no puede convertirse en oficial.
En caso de que los candidatos ganen esa primera etapa, el OIJ les realiza adicionalmente una prueba física, una investigación de antecedentes (trabajos previos, relación entre vecinos), un examen de portación de armas y una entrevista adicional.
Al final de ese proceso de reclutamiento, indicó Rojas, se excluye el 98% de los candidatos, con lo cual está seguro de que la población que ingresa al OIJ es la más adecuada.
Sin embargo, el jerarca expresó su preocupación por el elevado nivel de rechazo.
“El OIJ está excluyendo a muchos porque el país no está dando esa gente que ocupamos. Ellos no vienen de China, son de aquí. ¿Qué está pasando? ¿Por qué son violentos o no tienen esa inteligencia emocional?
”Nosotros queremos un policía inteligente, pero calmado. Hay profesionales graduados que ofertan, pero no tienen inteligencia emocional”, expresó.
De acuerdo con Rebeca Mora, psicóloga de la Oficina de Planes y Operaciones (OPO) del OIJ, las pruebas permiten identificar si el aspirante cumple con las competencias del puesto, entre ellas, tolerancia a la frustración, control del enojo, manejo de ansiedad e impulsividad y trabajo en equipo.
¿Y una vez dentro...? El OIJ sostiene que los agentes recién iniciados poseen un buen equilibrio emocional; sin embargo, ¿qué pasa con ellos durante su carrera como investigadores al exponerse a situaciones de alto impacto?
El sociólogo José Carlos Chinchilla considera que el riesgo elevado que enfrenta el policía lo va minando.
“Si hay operativos de noche, tiene que madrugar, trabaja largas jornadas, está siempre armado, esto genera un desgaste psicosocial”, manifestó.
Un estudio reciente de la Sección de Apoyo Psicológico Operacional (Sapso) del OIJ, permitió identificar algunos cambios en la eficiencia psicológica y el comportamiento que sufren los oficiales.
El estudio se hizo a una muestra de 366 personas (cerca del 33% de la población), y a agentes con más de dos años de servicio.
Según el informe, lo ideal es que los policías posean niveles bajos de neuroticismo ; es decir, que tengan un ajuste emocional suficiente para sentirse seguros, resistentes y generalmente relajados frente a situaciones estresantes.
Dentro de los resultados más importantes se determinó que en los hombres el neuroticismo se elevó a partir de los 15 años de servicio; y en las mujeres, a los 10 años.
Es decir, después de ese tiempo, los investigadores experimentaron sentimientos de culpa, ira o tristeza, sobre todo cuando afrontaron la muerte de niños o compañeros de trabajo.
“El trabajo sí puede cambiarlo a uno porque uno ve mucha cosa; pero lo cambia no para ser un agresor, más bien para ubicarlo porque si uno ve tanta violencia, la esperanza es que uno se aparte de ella”, añadió Jorge Rojas.
Para la psicóloga, lo conveniente es que los agentes desarrollen sensibilidad y madurez emocional para trabajar los casos.