Heredia
"El bus comenzó a agarrar fuerza, entonces nos preocupamos. El chofer dijo algo, pero por la bulla no sé qué sería, era como para alertar, porque yo vi que él intentó meter la marcha y no servía. Solo acaté a cubrirme un poco chocando con el asiento del frente y creo que eso me ayudó un montón".
Así narró Edwin Espinoza Araya, de 56 años, el drama que se vivió la mañana de este jueves en Cinchona, cuando un autobús con 30 personas se precipitó en un guindo.
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Este pensionado contó la historia, este viernes, mientras recibía a vecinos y familiares que llegaban a preguntarle por su salud, en su casa, en Getsemaní de Barva de Heredia.
Espinoza viajaba en los asientos centrales y notó que, de un momento a otro, la velocidad del bus comenzó a aumentar, hasta caer al guindo de 27 metros de altura. "Conozco la zona y sabía que en algún momento íbamos a caer en un precipicio".
De la caída recuerda muy poco, pero minutos antes narró que el ambiente estuvo caracterizado por mucho ruido dentro de la unidad; lo describió como una mezcla de los gritos, el motor y las latas del autobús.
"Estuve en algún momento inconsciente, quedé prensado entre las latas y el asiento, intenté salir y no pude hacerlo. Estuve así (prensado) mucho rato. Oía que decían (los paramédicos) si las personas estaban muertas y les pedí que me sacaran, se me hizo una eternidad el tiempo ahí", narró Espinoza a La Nación.
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Después de que los bomberos auxiliaron a este especialista en árboles frutales y lo estabilizaron, él fue trasladado al Hospital San Carlos, pero, antes de eso, llamó a su esposa para contarle lo sucedido.
"Me pegué un susto grandísimo, me dio tembladera y se me secó la boca", expresó Xinia Esquivel, esposa de Espinoza.
El sobreviviente viajaba en el autobús junto con Patricia Vindas González, quien todavía permanece internada en el Hospital México.
Añadió que tomaron el bus en la sede de Correos de Costa Rica, en Heredia, a las 6 a. m.
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Bolso escondido
Este hombre acostumbra ir solo a los viajes que realiza la Asociación de Funcionarios Universitarios Pensionados, y contó que aunque hacen varias actividades al año, únicamente para el Día de las Culturas planifican un viaje especial.
Agregó que nunca se contempló la posibilidad de cambiar la excursión por las condiciones climáticas y, que más bien, el día estaba soleado en Cinchona.
Sin embargo, en su caso, la advertencia de evitar la visita a Guatuso le llegó de otro modo.
"Mi niño me escondió el bolso el miércoles, no quería que yo fuera. Pero yo lo busqué y me fui. Es la primera vez que lo hace cuando voy de viaje", contó Espinoza, quien mantiene una relación muy cercana con Miguel, su hijo mayor, de 39 años.
El hombre tiene tres hijos (Miguel, Mario y Susana), se mantiene ocupado la mayor parte del tiempo y aseguró entre risas que, gracias a los chineos de su familia, está listo para ir a bailar.
Además, reconoce que si bien los viajes deben pensarse, hay que aprovechar la vida y pasear.
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Ahora espera descansar y recuperarse, pero el lunes deben operarlo de la muñeca.
"Me recomendaron ponerme hielo en los golpes porque tengo varios moretes. Ayer (jueves) no podía caminar, pero ya hoy (viernes) estoy mucho mejor", dijo.
Mencionó que no ha conversado con otros integrantes del grupo y que solo Myrna Patterson y él han sido dados de alta.
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