El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) confirmó que un tiburón tigre Galeocerdo cuvier atacó y mató a una turista estadounidense de apellido Bhandari, cuando se encontraba buceando en el sector conocido como Manuelita, en el Parque Nacional Isla del Coco.
Según el comunicado, la mujer, de 49 años, tenía fuertes laceraciones en ambas piernas.
La otra víctima fue un guía de buceo de apellido Jiménez, de 26 años, el cual se encontraba consciente, con signos vitales estables y con una herida de consideración en una de sus piernas
Según Jiménez, el ataque fue ocasionado por una hembra de tiburón tigre durante el ascenso de la turista hacia una parada de buceo.
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Al percatarse de un primer acercamiento, Jiménez trató de espantar al animal; sin embargo, "al llegar a superficie, el ataque a la turista ya era notable", indicó el Minae en la comunicación.
De igual manera, el panguero ayudó desde la superficie a repeler el ataque que sufrió el guía de buceo, y posteriormente colaboraron los funcionarios del Parque Nacional Isla del Coco.
El suceso luego fue atendido por dos guardaparques del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), de apellidos Corrales y Gómez.
Además, en el sitio estaban varios médicos que realizaban turismo de buceo, asistieron en la emergencia y confirmaron el deceso.
La estadounidense era parte de un grupo de 18 personas que llegó a la isla en un viaje de la empresa Undersea Hunter Group, la cual regularmente organiza tours a ese Parque Nacional, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad.
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Alan Steenstrup, gerente de ventas de la compañía, dijo que están "en shock" por lo ocurrido y afirmó que ahora se enfocan en trabajar con la familia de la víctima y las autoridades.
Añadió que tienen las pólizas en orden con el Instituto Nacional de Seguros.
El consulado de Estados Unidos también está coordinando la comunicación y ayuda a la familia de la fallecida, expresó la embajada de Estados Unidos en respuesta a una consulta de La Nación.
Por una disposición vigente para casos como este, no se refieren a la situación a menos que la familia les dé la autorización.
Por ahora, se disponen a ayudar a los allegados para el proceso en la Medicatura Forense y para repatriar el cuerpo que llega a la medianoche de este viernes a Caldera, luego de recorrer los 532 kilómetros de distancia desde la isla.
Hecho aislado
Se trata del primer hecho de este tipo que se presenta en ese Parque Nacional, informaron los funcionarios del Área de Conservación Marina.
En el 2012, investigadores que visitaron la Isla marcaron en los puntos de buceo cinco tiburones tigre, entre estos tres hembras y dos machos, siendo las hembras las de mayor longitud, unos cuatro metros aproximadamente.
Esos escualos tienen mayor actividad en horas de la tarde y en las primeras horas de la mañana.
Durante el proceso de marcaje del 2012 no ocasionaron ninguna situación de cuidado, hasta lo sucedido ayer, dice el escrito del Minae.
El tiburón tigre estuvo ausente por cerca de 30 años en Isla del Coco y regresó hace una década, convirtiéndose así en uno de los mayores depredadores en esta área protegida.
El Parque Nacional Isla del Coco es famoso para la práctica del buceo, ya que se pueden observar unas 14 especies de tiburones entre los que destacan el tiburón ballena, Rhincodon typus y el tiburón martillo Sphyrna Lewini.
Los especialistas en biología marina, Mario Espinoza Mendieta, del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR), de la Universidad de Costa Rica (UCR); José Carlos Hernández, de la Universidad de La Laguna, España; Edgardo Ochoa, de Conservación Internacional, Estados Unidos y Christopher Lowe, de la Universidad del Estado de California, en Long Beach, Estados Unidos, expresaron que ataques como el del jueves son muy aislados
Lo anterior porque esos depredadores no se alimentan de carne humana. “Los incidentes con humanos que se han registrado hasta la fecha han ocurrido cerca de la superficie y se deben a la incapacidad del tiburón para distinguir la silueta humana vista a contra luz, que la suelen confundir con sus presas principales como focas, leones marinos y tortugas", explicaron.
Un comunicado suscrito por los biólogos. dice que también puede deberse a comportamientos defensivos o territoriales de esos animales.
Espinoza y sus colegas también manifiestan que los buceadores deben interactuar con los tiburones con respeto y nunca gobernados por el miedo. “Los tiburones no son una amenaza y es fundamental cambiar nuestras actitudes e imagen de los tiburones como símbolos de terror”, advierten.
Asimismo, indican que antes de sumergirse se debe tener pleno conocimiento de las normas estrictas que se deben cumplir, como mantener siempre la distancia del animal y estar al tanto de su comportamiento, lo cual disminuye el riesgo de cualquier tipo de incidente.
“Los incidentes con tiburones suelen estar precedido por señales corporales evidentes, como pueden ser el posicionamiento de las aletas pectorales, rodeos agresivos o movimientos rápidos, claramente una actitud de defensa.
Si al bucear se ve que empiezan a dar vueltas, investigar un poco más de lo usual o mover su cuerpo en muchas direcciones, es mejor alejarse y finalizar el buceo”, aseguran.
También consideran muy importante realizar las inmersiones con guías especializados que tengan una gran experiencia en la zona de buceo donde habiten tiburones.
Concluyen que el buceo controlado, regulado debe continuar como una fuente de ingresos muy importante, que repercute directamente en la conservación y mejora del Parque Nacional Isla del Coco.
“Estos lugares remotos, prístinos, únicos, son como máquinas del tiempo que ofrecen la oportunidad de observar los océanos sin la mano del ser humano”, aseguraron.