Ocho registros dentales son parte del material de trabajo que tiene el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en el proceso de identificación de las 12 víctimas mortales del accidente aéreo ocurrido el domingo en Corozalito de Bejuco, en Nandayure, Guanacaste.
Michael Soto, jefe de Planes y Operaciones de la Policía Judicial, explicó que se trata de información dental de los dos pilotos y seis de los 10 extranjeros fallecidos.
De no lograrlo mediante estos registros, se recurriría a comparaciones de ADN, lo que podría tomar entre dos y tres meses, según la carga de trabajo de la medicatura forense.
"El proceso es abrir las bolsas, tratar de hacer comparaciones por tamaño y posibles edades, luego buscar muestras de ADN (ácido desoxirribonucleico) en huesos que no hayan sido sometidos a altas temperaturas", dijo.
De conseguirlas, el Laboratorio de Ciencias Forenses determinaría si son aptas y luego las somete a comparación con muestras obtenidas de familiares cercanos a las víctimas. Ya sea que las manden desde Nueva York o Florida, de donde son originarias las familias, o que vengan al país.
Equipo científico
Las secciones de odontología y antropología forense, así como patólogos del OIJ están a cargo de los restos, para tratar de determinar cuáles corresponden a cada uno.
Soto afirmó que una posibilidad, en caso de que la labor se dificulte por lo quemado de los restos, puede ser no individualizar los cadáveres.
"Habría que ver la disposición de las familias, las circunstancias, donde eventualmente se podrían entregar no como cuerpos individualmente, sino entregarlos como familias", afirmó.
"Hasta que no tengamos certeza de la identificación, tenemos que estar trabajando en estas líneas. Ya estamos en contacto cercano con la Embajada de los Estados Unidos en el país, para que nos proporcionen la información que consideren oportuna y también con la comunidad judía, ya que algunas personas pertenecían a este grupo", dijo Soto.
Para la Policía Judicial, lo que dure la entrega de los cuerpos va a depender de si se logra o no obtener muestras de ADN de partes que no estuvieran dañadas del todo por el fuego y compararlas con las de familiares cercanos, para confirmar las indentidades.
Explicó que, por cercanía, podría ser más fácil la entrega de los dos costarricenses, ya que están más a la mano los registros y los parientes para las respectivas pruebas.
Las pruebas de ADN se realizan en la Sección de Bioquímica, con porcentajes de vinculación, de modo que se requieren muestras de los padres de las víctimas y la mayor cantidad de hermanos, por lo que la tarea no es fácil, dijo el jefe policial.
Admitió que en otros accidentes con víctimas extranjeras los gobiernos han ofrecido colaboración y la han aceptado, por lo que en este caso es viable, previa coordinación con el Ministerio Público.
Tres líneas de investigación
El accidente se registró a las 12:20 p. m. del 31 de diciembre, diez minutos después de que la aeronave saliera del aeropuerto de Corozalito con dirección al Juan Santamaría.
Según Soto, el protocolo en un accidente aéreo es investigar tres posibles causas: el clima, una falla mecánica y un error humano.
"No estamos descartando nada", dijo.
Como parte de las pesquisas, se recopila información sobre las rutas de vuelo tradicionales, se conversa con otros pilotos para ver condiciones de la zona y se buscarán testigos, que en este caso pueden ser personas que hayan estado a kilómetros del sitio.
Explicó que todavía este martes estaban agentes en el sitio del accidente, buscando a testigos y analizando indicios con personal de Aviación Civil, para tratar de obtener más elementos que ayuden a la investigación policial.