Un bebé de nueve meses y medio murió este viernes, en el Hospital Nacional de Niños, por múltiples lesiones provocadas por supuestas agresiones denunciadas, dos días atrás, ante el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Rodolfo Hernández, director del centro médico, dijo que el niño tenía una fractura en el lado izquierdo del cráneo, seis heridas punzocortantes en el cuero cabelludo, varios moretones en la espalda y fracturas en el brazo derecho y el pie derecho.
El bebé presentaba quemaduras en la punta de los dedos de las manos, al parecer, también le habían majado los dedos, pues una uña de la mano izquierda estaba arrancada.
El caso se presentó ayer hacia las 6 a. m., cuando se pidió auxilio a la Cruz Roja desde una cuartería en la calle 8, entre avenidas 7 y 9. Hernández mencionó que la historia inicial de la madre fue que el menor había amanecido bien, pero empezó a tener tos.
“Cuando los paramédicos llegaron al sitio, el menor estaba en paro cardiorrespiratorio y rodeado de un montón de borrachos y uno de ellos, con la mejor intención, estaba tratando de resucitarlo”, dijo Hernández.
El bebé fue ingresado al hospital casi a las 7 a. m., pero se declaró fallecido media hora después.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo allí a la madre del niño, de 26 años, así como al padrastro, de 25 años.
Denuncia. El taxista Martín Hernández denunció ante el PANI las agresiones que sufrió el bebé.
Según dijo, el martes a media mañana llegó a un taller que se ubica junto a la cuartería, para que le repararan dos motos.
“Había una señora con el bebé alzado que estaba hablando con la esposa del dueño del taller. Yo vi que el bebé tenía los deditos en carne viva, un brazo enyesado y todo lleno de firmas, el pie derecho lo tenía del doble del tamaño. Ahí me entró la sospecha”, dijo.
Cuando conversó con la mujer que tenía el bebé en brazos, esta le explicó que ella no era la madre y que no había denunciado las agresiones porque era una dominicana indocumentada. Hernández le tomó fotos al menor y se fue inmediatamente al PANI de San José, donde llegó pasadas las 10 a. m.
“Me dejaron hora y media ahí sentado, no había ni una sola persona atendiendo, pero pasaron como cuatro o cinco muchachas y ninguna hacía nada, hasta que me atendió un funcionario”, recordó.
El taxista pensó que el funcionario se iría con él y llamarían a la Policía para ir por el bebé, pero le dijeron que ese no era el procedimiento y que el caso pasaría a otra oficina.
“A mí me interesa que se haga algo por la muerte del bebé, que el PANI sea el responsable y esto no quede impune. Me enteré de que los del PANI fueron el martes y tocaron la puerta, pero les dijeron que ahí no vivía la mamá del bebé”, expresó.
Pese a que ayer se envió un mensaje a la periodista del PANI, Fanny Cordero, no respondió.