La razón por la que el cabo José Manuel Bolaños Quesada asesinó a la joven activista Viviana Gallardo Camacho (el 1.° de julio de 1981, cuando esta se encontraba en una celda) es un misterio que se fue con él a la tumba.
El cabo Bolaños murió el domingo 15 de junio, a la edad de 57 años, sin revelar nunca su motivación para matar a la líder del grupo político-militar La Familia, quien tenía 18 años y era señalada por terrorismo.
Aunque el expolicía admitió haber cometido el homicidio y cumplió una condena, siempre guardó silencio sobre el motivo. Ni siquiera a su familia se lo confesó, según su esposa, Juana Maritza Arce. La viuda confirmó a La Nación que Bolaños murió a causa de un paro cardíaco.
La mujer dijo no querer ahondar sobre el pasado, pues “ya lo que pasó pasó y él recibió la condena. Solo él y Dios saben lo que pasó y ya se lo llevó a la tumba”.
Arce agregó que Bolaños fue “un buen esposo, buen padre, buen abuelo”.
“Las conciencias son las que hablan y, como le digo, fue un buen padre, un buen hijo. Uno no termina de comprender por qué pasan las cosas. Como yo les digo a mis hijos: ‘Su papá no tenía corazón ni para matar a una cucaracha. Tenía un corazón muy grande’. Hizo favores a gente que ni siquiera conocía”, expresó.
Homicidio. El crimen de Gallardo ocurrió en la madrugada, a eso de las 5:30 a. m., cuando ella se encontraba recluida en la Primera Comisaría de San José, cerca de la Penitenciaría Central, actual Museo de los Niños.
Gallardo había sido detenida junto con otros cuatro miembros de La Familia, vinculados a los homicidios de tres policías y un taxista, el 12 de junio de 1981, en Guadalupe de Goicoechea.
Las aprehensiones pusieron al descubierto la existencia de una agrupación de ultraizquierda, contra quienes la Policía había realizado diversas acciones.
Cuando Gallardo estaba en la celda, el cabo de la Fuerza Pública (quien entonces tenía 24 años) le disparó 12 tiros de una M-76.
Las autoridades indicaron que, momentos antes, el policía le había ordenado a un vigilante de la celda de mujeres que se fuera, para él quedarse a cargo.
Tras el asesinato, el oficial no reveló la razón por la que lo perpetró. Bolaños solo dijo: “Lo hecho, hecho está”, según relataron otros de los custodios.
En algunos interrogatorios posteriores, el cabo aseguró que recordó a sus compañeros fallecidos en el enfrentamiento con terroristas y que actuó “ofuscado y cegado”.
“Se me nubló la vista; se me metió el diablo”, expresó.
Tres meses después, Bolaños fue condenado a 18 años de prisión por el homicidio. El Tribunal consideró que actuó de “forma alevosa y premeditada”.
Posteriormente, se les permitió visitar a sus hijos los fines de semana. En 1987 obtuvo un beneficio de libertad condicional.
Enfrentamiento. A Viviana Gallardo se le señalaba por ser una líder del grupo socialista La Familia, creado en 1978, el cual tenía como estrategia la “guerra popular prolongada”.
Para mantener sus actividades, La Familia realizaba robos y asaltos, según determinaron las autoridades policiales.
La noche en que murieron los tres oficiales, al parecer, el grupo iba a cometer un asalto contra una licorera. Gallardo estacionó el vehículo cerca del comercio, pero los oficiales se acercaron para inspeccionar el carro, pues notaron algo sospechoso. En ese momento, fueron atacados a balazos.
Los miembros de La Familia intentaron huir en el automóvil conducido por la joven, pero colisionaron con otro carro. Un taxista los siguió y también fue asesinado.