Talamanca. El Juzgado Penal de Bribrí impuso 10 años de prisión a un profesor de Educación Física por el delito de abuso sexual en perjuicio de una alumna de 11 años.
El hombre, de apellido Barrantes y de 33 años de edad, aprovechó su condición de educador para cometer las agresiones, indicaron las autoridades judiciales.
La sentencia contra Barrantes se anunció el pasado miércoles. Ahora, este hombre deberá afrontar dos causas más por el mismo delito, cometido en contra de otras dos menores en la misma zona.
Los hechos ocurrieron en el 2011, cuando el profesor impartía lecciones de Educación Física en varias escuelas de Bribrí, en la zona indígena de Talamanca.
De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio Público de Bribrí, en las próximas semanas se podría señalar la fecha para iniciar este nuevo juicio.
Otros casos. El 2 de julio de 2013, la Fiscalía de Bribrí alertó sobre una serie de abusos sexuales cometidos contra menores por parte de docentes de escuelas de la zona.
Durante el mes de junio del año pasado, las autoridades judiciales detuvieron a seis educadores sospechosos de las supuestas violaciones, entre esos, estaba Barrantes.
Las capturas arrancaron el 7 de junio, con la aprehensión de dos profesores de apellidos Vargas y Agüero por el delito de relaciones sexuales consentidas con una estudiante de la Escuela La Catarina.
Esta denuncia fue interpuesta por los padres de la niña.
En esa misma semana, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) arrestaron a un sujeto de apellido Uba por el delito de abuso sexual en perjuicio de una adolescente del Liceo de Sepecue.
El 24 de junio, y por delitos similares, el OIJ arrestó al coordinador administrativo del Liceo de Gandoca, de apellido Pastor. Finalmente, el 26 de ese mismo mes, fue detenido el profesor de Matemáticas del Liceo de Cahuita, de apellido Méndez, por el delito de violación contra una estudiante.
Todos ellos se exponen a penas de entre dos y 10 años de prisión, según la Fiscalía. Hasta el momento, Barrantes es el primero que afronta juicio y recibe condena.
Menores vulnerables. Varios directores de centros educativos de esa región consultados por La Nación al momento de las capturas, resaltaron la condición de vulnerabilidad de los niños indígenas.
“En esta zona los menores creen mucho en la gente adulta y esto se presta para abusar sexualmente de ellos”, dijo Betsy Rodríguez, directora de la Escuela Volio.
“En todas partes del país hay riesgo, pero los chicos de acá son muy confiados y entregan demasiado cariño”, indicó el director del Liceo de Cahuita, Gary Mitchell.