Santa María (Dota). Un vecino halló ayer a una escolar de 9 años asesinada sobre una cama, con los ojos vendados, las manos atadas hacia atrás y una profunda herida de arma blanca en el abdomen, confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El crimen fue descubierto cerca de las 3 p. m. dentro de una humilde casa de madera y láminas de cinc, situada en Copey de de Dota, San José, carretera a finca El Congo.
El hallazgo del cuerpo lo hizo un vecino identificado como Silvino Bonilla, quien fue a la casa con la intención de dejar una encomienda y regalarle a la pequeña unos zapatos que le había prometido, contaron lugareños.
La vivienda más cercana se ubica a un kilómetro, por lo que se desconoce el paradero de los padres, ambos nicaragüenses e identificados como Ramón Suárez Espinoza y María Haydée Miranda. Ella tiene 35 años; la edad del padre se desconoce. También se ignora dónde está un hermano de la niña, de 11 años.
En esa casa, los extranjeros habitaban desde hacía 10 años. Al parecer, se las prestaba el propietario de una finca cafetalera.
La niña cursaba el tercer grado en la Escuela República de Bolivia, en Santa María de Dota, a tres kilómetros de su casa.
Leonardo Elizondo, vecino, precisó que la pequeña solía caminar con su madre, a las 6:15 a. m., hasta una parada, donde la recogía un bus escolar. Este la volvía a dejar en ese sitio pasadas las 4 p. m. La última vez que los padres fueron vistos fue el miércoles en la mañana. No se supo si llevaban al otro hijo.
Búsqueda. Francisco Segura, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo, vía telefónica, que la prioridad se centra en localizar a los padres. “No se sabe si la niña fue víctima de violación. Apareció en una cama, con una profunda herida de arma blanca. El papá es un trabajador agrícola”, manifestó Segura.
Francisco Brizuela Elizondo, conocido de la familia, manifestó que Espinoza laboraba entre los meses de noviembre y marzo en la recolección de café, en fincas de Santa María. Agregó que el resto del año vendía ropa de casa en casa.
“Estoy sorprendido por lo ocurrido. Nunca había pasado una situación de este tipo acá. Compartí mucho con ellos. Son muy trabajadores y querían mucho a la niña”, afirmó Brizuela.
En la búsqueda participan oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Fuerza Pública, con perros de la Unidad Canina, de Seguridad Pública.
El caso lo investigan agentes del OIJ, quienes anoche analizaban varias versiones sobre el rumbo que habrían tomado los dos adultos y el niño.