Álvaro Cortés García, un médico jubilado de 72 años, fue asesinado y enterrado dentro de una de sus propiedades, situada en Peñas Blancas de San Ramón, en Alajuela.
Cortés era vecino del Coyol de Alajuela y había sido reportado desaparecido desde el sábado anterior, cuando estuvo en San José para una reunión de negocios.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza Espinoza, precisó este miércoles en conferencia de prensa que la hija del fallecido interpuso la denuncia el domingo anterior.
Un día después, encontraron el vehículo de Cortés abandonado en una carretera en San Ramón.
El martes, la Policía Judicial procedió a revisar la propiedad de Cortés y fue allí donde divisaron un montículo de tierra. Excavaron y encontraron el cuerpo de médico.
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La fosa donde apareció mide metro y medio de largo y ancho y tenía una profundidad de dos metros.
De acuerdo con Espinoza, la víctima presentaba heridas en su cabeza y los brazos fracturados.
La causa exacta de la muerte aún está en análisis por los médicos forenses del OIJ. Se espera que los resultados de la autopsia estén listos este mismo miércoles.
El jerarca policial agregó que el fallecido era reconocido en Alajuela por sus labores de médico y también era prestamista.
Según el jerarca, existen varias hipótesis sobre el crimen, pero prefirió no decirlas para no afectar la línea de investigación.
Servicial y dadivoso
De acuerdo con Osvaldo Segura Céspedes, compañero de trabajo y amigo del médico, viajaron juntos al hospital durante cinco años hasta que él se jubil.ó. Dijo que algunos fines de semana iban a recoger frutas a una finca que Cortés tenía en San Isidro de Alajuela
Afirmó que las frutas que recogía en la finca las regalaba en el vecindario. Segura aún utiliza un estetoscopio que le regaló el doctor Cortés.
Kattia Vega, vecina del galeno, recordó que siempre le ayudaba con medicamentos para ella y para su niño y que incluso le ayudó cuando el papá de ella estaba en fase terminal. "Fue muy especial, la familia está muy consternada", dijo.
Afirmó que la mañana del sábado Cortés fue con la familia de ella a unas piscinas.
En el vecindario, desde que desapareció el médico, hubo mucha incertidumbre, al no saber qué pasaba.
"El nunca le negaba un favor a nadie. Le gustaba el karaoke y vacilaba mucho con mi papá, porque eran de una edad similar", puntalizó.
Otra vecina, María Benilda Monge Brenes, dijo que todos los días lo veía llevar en el carro a la chiquita (una hija) a la escuela.
Todo el mundo ahora lo extraña. Nos parece una barbaridad lo ocurrido porque a nadie le hizo daño, puntualizó.