Un taxista informal fue asesinado de un balazo en la cabeza, la madrugada de este viernes, en el centro de Batán de Matina.
El fallecido fue identificado como Marcos Aurelio Segura Chavarría, de 60 años, quien además de ser taxista, trabajaba como guarda de negocios comerciales y era muy conocido en ese distrito limonense.
Al momento del asesinato, a las 3:30 a. m., Segura realizaba un servicio en el que recogió a cuatro clientes cerca de la clínica de Batán. Se trata de dos mujeres adultas y dos menores que salían de recibir atención médica en la clínica e iban para su domicilio; entre ellas, viajaba un menor de seis años.
Cuando había recorrido unos 600 metros del lugar, el taxista se detuvo para dejar a sus clientes y sobrevino el ataque.
Según el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza, la mujeres dijeron que escucharon tres detonaciones. El taxista falleció en el propio lugar del suceso.
El cuerpo presentaba un impacto en la cabeza, emitido por un arma de grueso calibre, añadió Espinoza.
El ataque fue contra el conductor, porque ninguna de las otras cuatro personas tiene heridas, salvo un leve roce de una bala en la mejilla de una de las mujeres que iba en el vehículo.
Por la hora y la oscuridad, las usuarias no vieron cuántos eran los agresores y solo dijeron que había un carro cercano que, al parecer, los seguía y desde el cual se emitieron los disparos.
Al percatarse de los hechos, las mujeres huyeron rápidamente. El fallecido, quien era casado y padre de cinco hijos, tenía antecedentes por portación ilegal de arma. El cuerpo fue llevado a la Medicatura Forense y, por ahora, no hay detenidos por este crimen.
Otra víctima. Horas antes, a escasos cinco kilómetros del centro de Limón, otro taxista fue asesinado por razones que la Policía no tiene claras.
El fallecido fue identificado como Alfredo Thomas Sequeira, de 72 años.
En relación con este caso, tampoco hay detenidos, según confirmó ayer el director del OIJ.
Espinoza indicó que el cuerpo presentaba varios disparos en la cabeza y otras partes del cuerpo.
El robo fue descartado, porque las pertenencias del taxista estaban en el carro y no hubo interés de llevarse el Toyota Corolla que conducía Thomas, quien era conocido como Chino.