En el lapso de un minuto, cuatro individuos con uniformes falsos de policías asaltaron la oficina del Banco Nacional de Costa Rica en Hatillo 6, en San José, logrando llevarse varios millones de colones.
El atraco se produjo a las 9:10 a. m. cuando los asaltantes ingresaron fuertemente armados, luego de amenazar y golpear al guarda que estaba en la puerta de entrada a la oficina bancaria. De momento, las autoridades no han precisado el monto de los sustraído.
Según testigos, en ese momento había ocho clientes en el sitio. Dos de los asaltantes, quienes vestían uniformes similares a los de la Policía, se dirigieron a las cajas y amenazaron con sus armas a los trabajadores bancarios para que entregaran el dinero.
Mientras, otro de los delincuentes se quedó en la puerta vigilando y uno más estaba dentro de un vehículo esperándolos para huir.
De acuerdo con varios de los presentes, uno de los delincuentes realizó un disparo al aire. Luego de cometer el atraco, dos de los asaltantes huyeron a bordo de un vehículo y otros dos sobre una motocicleta.
José Mora, una persona que se encontraba dentro de la oficina, calificó el hecho como "un asalto express. Es un asalto de un minuto".
El testigo agregó: "Tres personas entran, dicen esto es un asalto. Uno brincó al mostrador y recoge el dinero de las cajas. Hay otro que se queda resguardando y hay otro que se queda en el portón".
Mora dijo que en ningún momento agredieron a los clientes, pero sí los obligaron a lanzarse al suelo. "Fue un gran susto, por un momento pensé que era un simulacro", dijo.
Por su parte, Nidia Bolaños Durán, quien estaba haciendo un depósito, agregó que dentro de la oficina había cerca de ocho clientes.
"Yo estaba de espaldas con el cajero, cuando dijeron esto es un asalto. Yo volví a ver y me llamó mucho la atención porque andaban vestidos de policías, todos se tiraron al suelo y yo hice lo mismo, tirarme al suelo, y dijeron no se mueva para que nadie salga herido, en eso tiraron un balazo, todo fue muy rápido.
Bolaños detalló que algunos se pusieron a llorar y que una señora adulta mayor fue la mas afectada.
Escape
Durante la huida, los asaltantes dejaron botada una motocicleta de color rojo en un charral que está entre Hatillo 2 y Hatillo 8, a unos 500 metros de la agencia bancaria. Luego, según la policía, siguieron por la radial que comunica Alajuelita con la carretera de Circunvalación y Sabana sur.
El director regional de la Fuerza Pública en San José, Erick Calderón, aseveró que podría ser que otro vehículo estuviera esperando a los asaltantes en esa radial, a la cual se llega caminando desde el charral.
Por su parte, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), informó de que dicha motocicleta presenta una denuncia por robo en San José.
Además de la moto, en el lote baldío aparecieron billetes de ¢5.000 y ¢10.000 tirados, así como un billete de $5 manchado con tinta de seguridad. En el lugar también hay un casco.
En un rápido operativo policial se detuvo a cuatro presuntos sospechosos. Dos en Ciudad Colón y otros dos en las cercanías de las antiguas instalaciones de Abonos Agro, en San José.
Sin embargo, la Policía Judicial confirmó que quedaron en libertad al comprobarse que no tenían relación con el hecho. A ellos los detuvieron porque generaron sospechas debido a que vestían prendas de seguridad privada.
Otros atracos a la misma sucursal
Esa misma sede del Banco Naconal ha sido blanco de ladrones en dos ocasiones durante los últimos 20 años.
El primero de ellos ocurrió en diciembre de 1997. En esa ocasión, tres hombres secuestraron durante seis horas a la familia de una cajera de la entidad bancaria que se encargaba de abrir la sucursal.
Los delincuentes mantuvieron retenido al esposo y a los hijos de la mujer durante toda la noche. Al día siguiente, cuando ella fue al banco para abrir, los secuestradores entraron con ella y permanecieron allí durante 20 minutos; no obstante, no lograron su objetivo, pues un sistema electrónico que tiene la bóveda impidió que la abrieran.
El segundo episodio corresponde a un robo de ¢130 millones ocurrido en agosto del 2008.
En aquel momento, cuatro hombres ingresaron por un lote baldío en la parte posterior y de ahí subieron al techo. Luego quitaron una lámina de cinc, cortaron las alarmas y desconectaron las cámaras de seguridad.
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Por ese caso, el Tribunal Penal de Pavas condenó, por el delito de robo agravado, a los cuatro ladrones a 4 años de prisión el pasado 28 de abril.
Los sentenciados fueron identificados como Carlos Andrés Alvarado Soto, de 33 años; Javier Arias Rojas, de 49 años; su hijo Henry Arias Cascante, de 28 y José Alejandro Hernández Sandí, de 39. Ellos se sometieron a un proceso abreviado en el que aceptaron la culpa.
El dinero de este atraco nunca fue recuperado.