A las 5:30 p. m. comenzaron a llegar los pobladores de barrio Calle Las Minas, en Poás de Aserrí, a la escuela de Lámparas en Alajuelita, tras horas de permanecer atrapados entre derrumbes la tarde de este jueves, cuando intentaban evacuar. Entre ellos había cinco niños, expuestos a la lluvia y al frío.
En total eran más de 40 personas pero se dividieron en dos grupos, uno venía detrás del otro.
Carlos Masís uno de los coordinadores de los equipos de emergencia que se encontraban en el sitio explicó que en el primer grupo venían unas 16 personas acompañados de dos rescatistas que ingresaron horas antes. Entre ellos venían niños y adultos mayores.
El otro grupo estaría conformado por unas 30 personas, también guiadas por personal del equipo de rescate de la Cruz Roja, quienes sortearon los derrumbes para llegar hasta la familia. Luego los mismos derrumbes les impedían salir por donde ingresaron.
"Nos fuimos a rescatar a ellos, se vino un terraplén, un árbol, lo que hice fue tirarme a la quebrada, me fracturé el dedo. Estuvimos como una hora y 45 minutos, venían como dos, cuatro y cinco rescatistas", dijo un hombre que se identificó como Juan Carlos Ramos, uno de los vecinos quien había salido en horas de la mañana pero entró junto a los rescatistas para servir de baqueano.
Junto a él salió Ericka Sánchez, junto a su hija y nieta de año y medio.
"Nosotros vivimos aquí en Las Minas, primero comenzó como lluvia normal, y luego comenzó a crecerse el río, hoy (jueves) en la mañana comenzaron los derrumbes y a caer cipreses, lo que es la entrada de mi casa está un derrumbe completo. Ahora tuvimos que salir por dentro del río, desviando para salir hasta acá, casi me cae un ciprés. Yo venía con mi hija y ella traía a la bebé", relató Sánchez.
Así comenzó anoche a concluir otro drama causado por los efectos indirectos de la tormenta Nate, que provocó derrumbes y deslizamientos en casi todo el territorio nacional.
Detrás de Ramos y Sánchez venían otros vecinos, aún expuestos a los aludes.
Unas pocas horas antes, también se había logrado rescatar con éxito a Miguel Brenes, un anciano de 89 años.
Fue uno de sus hijos el primero que se aventuró a entrar al barrio. Casi de seguido, tras cortar árboles caídos para limpiar un poco el camino, cruzrojistas que habían ingresado en medio de los derrumbes los toparon y ayudaron a sacarlo.
Los esfuerzos conjuntos lograron rescatar al hombre. Brenes caminó una parte del trayecto, pero cuando llegaron al primero de los derrumbes, uno de los cruzrojistas lo cargó en su espalda para alejarlo del peligro.
"Estoy muy asustado", fue lo único que pudo decir antes de que lo subieran a una ambulancia para llevarlo a algún albergue en Desamparados.
Calle Las Minas se encuentra en terreno montañoso, ahora falseado, y también bordeado por un río. Debido a los efectos de la tormenta este jueves no tenía servicio eléctrico.
Pasadas las 6 p.m. nuevamente el grupo de cruzrojistas se enrumbó hacia la montaña en procura de rescatar más personas.
Una de las principales preocupaciones es que en el lugar aún permanece una adulta mayor, quien es oxígeno dependiente. A ella no la habían podido sacar por lo poco seguro del camino.
Tanto desde el lado de Lámparas como por Las Minas, se debe caminar por más de un kilómetro para llegar hasta las viviendas aisladas.
Otra de las opciones que valoraban la noche de este jueves los rescatistas era solicitar maquinaria a la municipalidad para limpiar los derrumbes en uno de los ingresos.
Nota del editor: Información actualizada a las 6:48 p. m.