Con el paso de los días la angustia crece en Tarrazú. Ya pasaron cuatro días desde que la tormenta tropical Nate provocó decenas de derrumbes en las vías de acceso y las comunidades de este cantón josefino permanecen aisladas.
Poca mercadería en supermercados y pulperías, ausencia total de transporte público, falta de personal en el Centro de Atención Integral de Salud (CAIS) y algunos poblados sin electricidad y agua, son tan solo el reflejo de la situación que se vive actualmente en esta zona cafetalera al sureste del Valle Central.
Este lunes por la mañana la intranquilidad caló en las autoridades locales, ya que la falta de combustible comenzó a afectar el desplazamiento de los vehículos de emergencia.
Sin embargo, gracias a un permiso municipal de excepción, por la tarde ingresó por Casa Mata –una zona de alto riesgo por los hundimientos– un camión cisterna para abastecer a una gasolinera, de modo que las labores de asistencia humanitaria continuaron con normalidad.
"La mayor preocupación que tenemos actualmente es la falta de acceso. Además, hay personas que no pueden ir a los trabajos o universidades por la falta de transporte público, los médicos del CAIS son solo de la zona y hay lugares que todavía están aislados", manifestó Ana Lorena Rovira, alcaldesa de Tarrazú.
En los últimos cuatro días, al menos ocho pacientes han sido trasladados en helicópteros a otros centros médicos, ya que actualmente solo por Casa Mata puede ingresarse a la zona y el acceso es complicado por las fracturas de la carretera Interamericana Sur.
Según la jerarca, al menos 17 caminos requieren de recuperación urgente porque sufrieron diversas afectaciones, como aludes, hundimientos o caída de puentes.
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Actualmente, en el cantón josefino hay 80 personas en dos albergues, uno en San Marcos, con 61 ocupantes, y otro en Guadalupe, con 19 afectados.
Las autoridades locales todavía no han precisado cuánto costará recuperar a esa comunidad, pero los daños están repartidos en todos su poblados: Quebrada Arroyo, San Carlos, Canet, San Isidro, San Jerónimo, Guadalupe, San Marcos, Naranjillo, Esquipulas, Nápoles y Quebrada Seca.
Alcaldesa: 'Canet casi que desapareció'
Uno de los más golpeados por las lluvias causadas por la tormenta tropical Nate es Canet, en la cabecera, San Marcos, donde se registró la muerte de una niña de tres años, producto de un deslizamiento que cayó sobre su casa.
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Según las autoridades, al momento de la emergencia la niña dormía en una de las habitaciones de la propiedad dañada, donde había al menos cuatro personas más. Estas últimas resultaron ilesas.
Rovira afirmó que la mayoría de pobladores de Canet están en albergues, aunque hay 56 personas que prefirieron permanecer en tres viviendas, a pesar de que se les ofreció alojamiento en un refugio.
"Canet casi que desapareció, la escuela, por ejemplo, está totalmente destruida", mencionó la jerarca municipal.
Las clases en esa región están suspendidas hasta el miércoles, pero los inmuebles deben ser valorados para saber en cuáles podrán retomarse las lecciones.
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En los últimos días se han repartido decenas de diarios en diversas comunidades, a donde se ha llegado por aire y tierra, gracias a voluntarios que ingresaron a pie por trochas.
"A unos sectores solo llegamos vía aérea, a otros en moto, mulitas (camión de carga pequeño) y, en algunos casos hay que caminar hasta dos horas por la montaña para entregar los diarios", detalló Rovira.
La Municipalidad de Tarrazú ya entregó a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) los informes de la situación y de primer impacto, para solicitar maquinaria que habilite algunos caminos.