La situación en Ciudad Cortés, después del paso de la tormenta Nate, es caótica.
"Los niños pasaron frío (en los albergues), pasaron hambre, hasta hoy rescataron gente en los techos, no hay ropa interior", relató Natalia González Quesada, médica del hospital de este distrito de 6.000 personas del cantón de Osa.
Hay 654 personas en cinco albergues en Palmar Norte, así como localidades donde todavía no se ha podido llegar. Abundan los animales muertos y los daños en caminos apenas empiezan a verse.
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La doctora agregó que los supermercados se quedaron vacíos y muchas personas sufrieron pérdidas totales. Mencionó, por ejemplo, el caso de un hombre que perdió 70 cabezas de ganado.
Según González, los habitantes suelen subir las cosas a las partes altas de sus casas cuando vienen las llenas, pero en este caso el agua superó los límites. En algunos casos, dijo, el agua alcanzó más de dos metros de altura.
Adicionalmente, todos los pasos terrestres estaban bloqueados, hacia Palmar, hacia Buenos Aires... Hasta ahora se abrió un paso regulado hacia Parrita.
El día después del paso de la tormenta, en casas y negocios hay lodo, lodo y lodo. Los moradores tratan de sacar el barro y recuperar algunos artículos.
Mario Cheves asegura que el agua alcanzó los dos metros en su casa.
El supermercado, uno de los principales negocios del lugar, fue golpeado por el agua y luego por un incendio.
La Escuela Nieborowsky sufrió serios daños. No se sabe cuándo será posible reanudar lecciones, ya que los educadores que laboran ahí también sufrieron inundaciones.