La erupción registrada este viernes, a las 7:21 a. m., por el volcán Turrialba, que duró seis minutos, es la tercera más importante del ciclo eruptivo que comenzó en el 2014 y, ahora, los científicos no descartan emanaciones más potentes.
Los expertos detallaron que la columna de material de este viernes fue de tres kilómetros sobre el cráter y, que en futuros eventos, podría ser de hasta cinco kilómetros.
Javier Pacheco, del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Costa Rica (Ovsicori), informó de que tras la erupción del pasado 12 de mayo, los conductos internos del coloso se despejaron y ahora tiene un sistema que permite el escape constante y sin obstáculos de gases magmáticos y cenizas.
“En ciertos momentos, se observan eventos pequeños de corta duración, pero muy explosivos”, dijo Pacheco.
Añadió que en algunas de las últimas erupciones, las rocas cayeron unos 800 metros a la redonda del cráter, mientras que la ceniza más densa llegó a unos dos kilómetros. Precisamente, esa es el área en la que hay restricción para el ingreso de visitantes.
Pacheco mencionó que de producirse columnas más altas, esa materia volcánica, al colapsar, podría caer más lejos de los dos kilómetros de radio.
Tras la erupción de ayer, la caída de ceniza fina se reportó en lugares como Coronado, San Pedro, Heredia, Santa Ana, Escazú y hasta Palmares.

Sin embargo, solicitó a los vecinos de los poblados cercanos al volcán Turrialba que en caso de una emergencia mayor, acaten las órdenes de evacuación de esas zonas.
Iván Brenes, presidente de la CNE, informó de que los aeropuertos Juan Santamaría, en Alajuela, y Tobías Bolaños, en Pavas, se mantuvieron abiertos.
No obstante, algunos vuelos fueron suspendidos por las propias aerolíneas.
También, algunas escuelas cercanas al coloso cerraron y en otros lugares se trasladó a los estudiantes.
Las autoridades mantienen vigilancia en los ríos y supervisión por parte de personal del Ministerio de Agricultura y del Servicio Nacional de Salud Animal en las fincas aledañas para ayudarles con el alimento en pacas y los medicamentos que el ganado requiere.
Asimismo, por la caída de ceniza, la alerta verde en el cantón de Oreamuno se elevó a amarilla. Esa misma prevención se mantiene en los cantones de Turrialba y Alvarado. En Cartago y Jiménez rige la alerta verde.
Inquieto. Pacheco enfatizó en que el volcán no muestra señales de tranquilidad, sino que los tremores y las explosiones son cada vez más continuas.
Mauricio Mora, vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), explicó que la cámara magmática del volcán, situada aproximadamente a cuatro kilómetros de profundidad, tiene conexión con la superficie por medio de muchas fisuras por las que el magma puede subir.
Añadió que el nivel del magma asciende cada vez un poco más hacia la superficie y, que al llegar a los mantos acuíferos, genera explosiones y erupciones que abren paso en los ductos, lo cual facilitaría su salida.
Los organismos científico-técnicos asesores de la CNE tomaron ayer la decisión de no arriesgar más a su personal que sube a la cima del volcán.
En cuanto a la composición de la ceniza, los análisis revelan que puede afectar el grado de acidez de aguas superficiales, pero las lluvias atenúan ese efecto.