En Llano Grande, la tormenta arrebató varias vidas con el lodo que bajo de la montaña. En Ciudad Cortés, dejó a decenas de familias sin lo poco que tenían.
En Cartago, se llevó ganado, casas y cosechas.
El paso de Nate por territorio costarricense deja una huella profunda que no impide a miles de damnificados comenzar a andar de nuevo, a la que no escaparon los habitantes del Valle Central.
En esta región del país, pobladores de Aserrí, Alajuelita o Desamparados, también padecieron los embates de vientos y lluvia.
Según los últimos datos oficiales, hay 5.000 afectados en 80 albergues en Guanacaste, zona sur, Valle Central y Pacífico central. Otras 377.000 personas están sin agua en todo el país y 18 vías permanecen cerradas.
Estos son algunos de los rostros de esa emergencia.
Ingresó a La Nación en 1993. Cubre salud. Graduada de la UCR, máster de la Universidad Complutense, con formación en CDC y NIH, entre otros. Redactora del Año de La Nación 1998, premio SIP 1997, Premio Nacional de Periodismo de Salud OPS 2002, Premio Cámara Costarricense de la Salud 2022. Coautora de Comunicación, palanca para la acción en salud.
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