El vulcanólogo Mauricio Mora, de la Red Sismológica Nacional (RSN), indicó que la fase intensa de erupciones en el volcán Turrialba podría haber llegado.
“En el presente ciclo se ven erupciones persistentes y poco explosivas que duran varios días, con emisiones de ceniza duraderas y con descargas voluminosas de material ”, explicó.
En cada ciclo eruptivo, el volcán va limpiando los conductos, lo que le permite una mayor eficiencia de tránsito interno.
Según Mora, el coloso comenzó la preactividad desde los años 90, hasta que en el 2010 empezó la etapa eruptiva al abrir su primer boquete en la pared interna suroeste. Primero, empezó con erupciones anuales y, desde octubre del 2014, tiene ciclos eruptivos muy marcados.
“Desde el 26 de abril de este año, tenemos tres grandes etapas, separadas por un día o día y medio “, acotó Mora.
Para él, es totalmente posible que la actividad se alargue, ya que el volcán puede mantener el ritmo actual sin problema alguno, lo que genera vulnerabilidad en los sembradíos cercanos y en la actividad pecuaria.
Afirmó que en el ámbito científico hay incertidumbre sobre cuándo comenzó la fase intensa. “En el 2014 hubo un punto de inflexión importante, ya que pasamos de erupciones anuales a ciclos eruptivos de varios meses”.
Si aprendemos de la historia geológica del volcán, vemos que lleva seis años de actividad, la cual se ha ido intensificando.
Además del sector agropecuario, Mora llamó a velar por los dispositivos tecnológicos, que son vulnerables a la ceniza y es algo que, a su juicio, se debe considerar a nivel gubernamental.
Tenemos vehículos computarizados y la ceniza posee propiedades ácidas y materiales muy vidriosos que pueden corroerlos, al igual que a los sistemas de aires acondicionados, entre otros.