Las pruebas del naufragio del catamarán EcoQuest cuando realizaba un viaje con 109 personas a bordo, desde playa Herradura, en Garabito, Puntarenas, hacia isla Tortuga, en el Pacífico, quedaron a 150 metros de profundidad.
La embarcación se hundió a las 8:45 a. m. cuando en el mar hubo ráfagas de viento de 60 km/h, y un fuerte oleaje, lo cual provocó que el agua entrara por las ventanas abiertas en el primer nivel, según narraron pasajeros, como Aracelio García.
Mientras que María Jesús Bermúdez, otra sobreviviente: manifestó que el navío “se hundió en segundos”. En el agua no quedó ningún rastro del navío.
En el percance murieron tres turistas que fueron identificados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), como Sharon Johnston (70 años) de Canadá; Edna Oliver (68 años), de Estados Unidos, e Ivor Stanley Hopkins, de 80 años, de Inglaterra.
Yates privados, pesqueros y lanchas del Servicio Nacional de Guadacostas (SNG), Cruz Roja y del Cuerpo de Bomberos rescataron con vida a los otros 106 personas. Algunos de ellos permanecieron hasta dos horas flotando en el agua, dijo Héctor Chaves, director de Bomberos.
Pesquisa. Poco después de conocerse la tragedia, el Ministerio Público informó de que la Fiscalía de Garabito asumió la indagación del hecho para determinar “si existió o no negligencia por parte del capitán de la embarcación o de otras personas”.
Para aclarar el caso, agentes del OIJ entrevistaron a los sobrevivientes, al tiempo que se ordenó realizar la prueba de alcoholemia al capitán de apellidos Tenorio Gutiérrez, de 36 años, y a la persona que lo asistía (cuyo nombre no fue posible obtener).
Los exámenes salieron negativas. Las dos personas fueron llevadas a la Fiscalía de Garabito donde se les identificó y posteriormente quedaron libres.
Según el Ministerio Público, por ahora no se puede hablar de ningún delito, debido a que se deben recoger otras pruebas que serán fundamentales “para sostener si se cometió un delito o si se trató de una situación meramente accidental, no culposa”.
Bajo agua. El catamarán EcoQuest, matrícula P-11400, fue construido en acero en el año 2007 y pertenece a la empresa Global Trust Firm So S. A.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) comunicó que a ese barco le otorgaron el permiso de aeronavegabilidad el 6 de noviembre pasado, luego de verificar que cumplía con todas las normas para el servicio. La autorización tenía vigencia hasta el 31 de octubre del 2015.
Ayer, la embarcación quedó a 150 metros de profundidad sobre el fondo marino, precisó Héctor Chaves. “Eso lo determinamos porque al estar en el sitio del percance el radar ubicaba la nave a 500 pies de profundidad”, dijo.
Chaves explicó que buzos rastrearon el agua, pero no encontraron evidencias. “Un buzo con equipo especial y bien preparado puede llegar a 30 metros de profundidad. Eso significa que para bajar hasta la embarcación se necesitaría un submarino, que aquí no hay”, lamentó el funcionario.
En una conferencia de prensa realizada ayer en la tarde en la Casa Presidencial, la mandataria en ejercicio, Ana Helena Chacón, manifestó: “Confirmamos que no hay ningún desaparecido y, por lo tanto, el Gobierno no dispondrá recursos para sacar la embarcación del mar. No sabemos si la empresa va a asumir ese costo, puesto que no nos hemos podido comunicar con ellos .
Ayer no fue posible localizar a los representantes de la empresa dueña del barco, para conocer qué sucederá con el barco.
El Instituto Nacional de Seguros (INS) informó de que la embarcación tiene las pólizas vigentes: una de responsabilidad civil que cubre lesión y muerte de personas, otra por daños a terceros y una tercera para daños a la nave.
El INS no detalló el monto de los seguros, por ser privado.
En el Registro Nacional se detalló que cuando la empresa Global Trust Firm So S.A. inscribió el EcoQuest So lo valoró en ¢200 millones.
Finalmente, el Gobierno anunció que agilizarán la repatriación de los fallecidos.