Hasta las 9 a. m. de este sábado 22 de abril se acumulaban 35 horas seguidas de actividad eruptiva en el volcán Poás.
El proceso se inició el jueves a las 10 p. m. con un incremento en la evaporación y desgasificación del lago ácido que está en el sector donde se encontraba el domo o pared de más de 30 metros de alto que desapareció en Semana Santa.
LEA: Lago ácido del Poás sufre variaciones por fuerte actividad eruptiva
De acuerdo con la Red Sismológica Nacional (RSN) de la UCR, la actividad eruptiva está acompañada también por un incremento en la amplitud del tremor volcánico.
La emisión de material sólido y la explosividad aumentó paulatinamente el viernes, hasta que a al anochecer de ese día la emisión de ceniza fue más notable y se inició la eyección de bloques a muy alta temperatura que se mantiene todavía.
"Este proceso eruptivo se caracteriza por pequeñas explosiones muy seguidas en el tiempo y de magnitud variable", dice la RSN.
Durante la noche las altas temperaturas del material expulsado generaron una fuerte incandescencia vista a través de la cámara de vigilancia normal de la RSN.
La cámara térmica de la RSN, en el borde sur del cráter activo, también registró el aumento de temperatura.
En el transcurso de esta erupción se ha mantenido la acumulación de bloques y ceniza en el sector donde se encontraba el antiguo domo, según se observa desde las cámaras de vigilancia.
Al mediodía de este sábado la Cruz Roja no tenía reportes de personas afectadas por la actividad del volcán, cuyas erupciones de vapor de agua y gas seguían en la nublada cima.
Este sábado Raúl Mora vulcanólogo del programa Preventec de la Universidad de Costa Rica (UCR), entró a la zona del mirador para recoger muestras de ceniza con otros compañeros.
"Vengo impresionado por la oportunidad única de ver crecer un cono de piroclastos", dijo.
Añadió que las erupciones recientes lanzaron cenizas, bombas y piedras de diferentes tamaños a más de 300 metros de altura, que cayeron dentro del Parque Nacional.
El material incandescente, que está a más de 800 grados Celsius, al caer de nuevo, formaba ayer un cono de unos 15 metros de alto, con una base de aproximadamente 30 metros.
La constante actividad lo modifica cada cierto tiempo y Mora no descartó la posibilidad de que se formara otro domo.
En ese mismo sitio estuvo desde 1953 el domo, o pared de 250.000 metros cúbicos, destrozada por las erupciones registradas en Semana Santa.
"Se perciben las ondas de choque y el ruido es increíblemente atemorizante", acotó Mora.
Dijo que todavía el lago ácido tiene un nivel importante y estimó que el agua ha alcanzado los 80 grados Celsius.
En cuanto a la ceniza caída cerca del mirador, el científico explicó que tenía un centímetro de espesor. "Es fresca, porque la que había caído días atrás se lavó con la lluvia", añadió.
El bosque cercano al Poás, se tornó blancuzco y sin pájaros.
De acuerdo con Juan Carlos Jiménez, despachador de la Cruz Roja de Grecia, uno de los cinco cantones que está en alerta informativa (verde), en esa zona no han tenido mayor afectación.
Comentó que en días recientes solo han tenido reportes de algunos vecinos de San Luis de Grecia, que al barrer han detectado pequeñas cantidades de ceniza.
"A lo lejos, cuando está despejado se ve la actividad del volcán, pero aunque nosotros portamos mascarillas, no las hemos tenido que usar", explicó Jiménez.
El Parque Nacional Volcán Poás sigue cerrado hasta nuevo aviso y el anillo de seguridad es actualmente de 3,5 kilómetros a la redonda del cráter.
Las explosiones de vapor han bajado un poco debido a que la barrera de sedimentos que se ha ido formando donde estaba el domo impide el contacto directo del material caliente con el agua y hay menos evaporación.
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) el viento sobre la cordillera montañosa ha disminuido y presenta cambios constantes en la dirección por lo que los materiales finos han llegado también a Cinchona, Cariblanco y Varablanca, que están al este del cráter.
Vecinos de Bajos del Toro, en Valverde Vega, Alajuela, han reportado ruidos propios de la actividad de desgasificación y erupción.
La CNE recomienda extremar cuidados en los ríos Desagüe, Agrio, Anonos y quebrada Gata, en Valverde Vega y alrededores, debido a la peligrosidad de nuevos flujos.
A las instituciones y Comités Municipales de Emergencias, les pide estar vigilantes y mantener los inventarios de recursos actualizados.
VEA: Erupciones del Poás dispararon la contaminación de aire en la GAM