Una apertura en el poliducto de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), producto de un robo de combustible, obligó a evacuar varias familias del sector de Liverpool, en el distrito de Río Blanco, Limón, la mañana de este jueves. Una persona resultó detenida.
La alerta fue comunicada a los bomberos a las 5:36 a. m. Al llegar al sitio, en el sector de San Martín, encontraron forzado el niple de una tubería y un derrame de gasolina.
Por ser un combustible altamente inflamable, los bomberos evacuaron a decenas de personas de aproximadamente 25 casas cercanas, mientras se aseguraba la zona.
De igual manera, se coordinó con la Policía de Tránsito para el cierre, por intervalos de 15 minutos, de la ruta principal entre San José y Limón (ruta 32).
Personal técnico de Recope y cuatro unidades de Bomberos aseguraron la escena en el transcurso de la mañana.
Parte del combustible derramado cayó en una quebrada cercana, por lo que los bomberos también trabajaron en el sitio para tratar de confinarlo y evitar una contaminación mayor.
A raíz de los cierres intermitentes en la vía, hubo presas en ambos sentidos, entre San José y Limón.
En el lugar se hallaron mangueras y recipientes, por lo que se coordinó con la Fuerza Pública la custodia de la zona, y con agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Limón.
OIJ capturó a sospechoso
El director del OIJ, Wálter Espinoza, confirmó que al oleoducto se había conectado un conducto que llevaba a una vivienda, a 25 metros del lugar del derrame, lo que despertaba las sospechas de una sustracción.
A las 2:35 p. m., se allanó el inmueble, en el que los agentes encontraron dos tanquetas con gasolina súper. En las afueras también había dos camiones cisternas llenos de combustible que había sido sustraído del oleoducto.
En el lugar se detuvo a un individuo de apellidos Araya Solano, de 27 años, como sospechoso de la sustracción.
El hombre tiene antecedentes por robo y quedó a la orden del Ministerio Público, como sospechoso de robo agravado.
Daño ambiental
De acuerdo con Luis Salas, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, no tienen el dato de cuántos litros de gasolina súper se derramaron, pero encontraron el líquido en más de 300 metros, hasta llegar al suampo de una quebrada que está 500 metros al oeste del río Blanco.
Recope informó, por medio de un comunicado de prensa, que al recibir la alerta se activó de inmediato el protocolo de emergencia, con el cierre de válvulas, el desplazamiento del personal de mantenimiento y de Salud, Ambiente y Seguridad (SAS) de la institución.
Admitieron que todavía no está cuantificado el daño.
"Aparentemente, la operación iniciada para drenar el poliducto falló y los responsables huyeron, dejando un orificio; y debido a la alta presión con que se trasiega el producto, se produjo una importante descarga del combustible, que aún no se ha cuantificado", dice el escrito.
Este tipo de acciones delictivas no son nuevas, ya que en múltiples ocasiones se han registrado hechos similares, como uno ocurrido en el 2008 en Siquirres.
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Muy cerca de una tragedia
"Solo Dios sabe cómo esto no se prendió", dijo Salas, al considerar los riesgos que generó la acción vandálica.
Agregó que el olor a combustible que denunciaron varias familias motivó la movilización. Cuando la primera unidad llegó al sitio, se verificó el derrame en la quebrada y el alto riesgo en la zona.
El poliducto en esa área tiene dos tuberías de seis pulgadas y una de 12, colocadas en paralelo a la ruta entre San José y Limón. Por ellas se movilizan los combustibles desde Moín hasta el resto del país.
El daño fue en la tubería de 12 pulgadas.
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"Los riesgos fueron muy grandes. Aquí el combustible corrió al menos 300 metros quebrada abajo y eso puso en alto riesgo las familias que viven cerca de la quebrada", acotó Salas.
Añadió que la emergencia surgió a la hora en que las familias se levantan a preparar el desayuno, y cualquier punto de ignición pudo causar un incendio de grandes proporciones.
Una vez evacuada la población, llegaron las autoridades de Recope, el Comité Local de Emergencia, la Fuerza Pública, el Ministerio de Salud, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), la Policía de Tránsito, la Cruz Roja y el OIJ.
Salas explicó que la gasolina súper desprende vapores capaces de mantener una combustión incluso a temperaturas de 42 grados bajo cero, por lo que de inmediato aplicaron espuma como agente para eliminar los vapores, ya que la temperatura en la mañana rondaba los 30 grados en Limón.
Luego recorrieron la quebrada, en la que también aplicaron espuma, y de esa forma aseguraron la escena.
Una vez controlada esa parte, se permitió ingresar a las cuadrillas de Recope para trasegar el combustible que quedó en las tuberías y reparar los daños.
Sobre los cierres temporales de la carretera, Salas dijo que la vía está a solo cinco metros del poliducto. Las mediciones realizadas reflejaban valores muy peligrosos, por lo que se cerró la calle para evitar que algún carro pudiera incendiarse.
Todavía a media tarde, los bomberos seguían en el sitio con los sensores, llamados explosímetros, a efecto de garantizar la seguridad de los agentes judiciales y del personal de las instituciones que estaban a cargo de la operación.
Los bomberos encontraron en la quebrada tortugas, peces y otros animales muertos por efectos del combustible.
La gasolina que se pudo aspirar de la quebrada con bombas fue trasladada a otros sitios, donde será desechada por Recope de forma segura.
Salas confirmó que la tubería tenía insertado un tubo con una válvula, para la sustracción del combustible. Se desconoce desde cuándo estaba ahí.
El experto recordó que la presión a la que va el combustible por el poliducto es tan fuerte que años atrás un hombre perdió un ojo al intentar robar gasolina.
Ese accidente ocurrió el 20 de junio del 2000 en Juan Viñas de Turrialba. De acuerdo con técnicos de Recope, la presión del oleoducto es de unas 1.500 libras, lo que representa un impacto muy similar al de un balazo.
Este jueves, en Limón, más de 22 bomberos tuvieron a cargo la atención de la emergencia.
Según datos de Bomberos, del 2010 hasta hoy se han atendido 14 emergencias en varios puntos del poliducto.
Tramo vulnerable
De acuerdo con Recope, como resultado de la inspección, mantenimiento y registro de control volumétrico que realiza esa institución, se han detectado otros indicios de robo similares.
"Al menos se han descubierto cinco eventos en los últimos tres años, todos en el tramo Limón-Siquirres", explicaron.
Las reparaciones las realizan con las cuadrillas de mantenimiento que tiene la empresa, integradas por al menos cinco personas, procurando evitar la interrupción de las operaciones del poliducto.