En colchonetas y sobre el suelo. Así es como duermen los detenidos por el caso del cemento debido a la faltante de camas que hay en la cárcel de San Sebastián.
Juan Carlos Bolaños, empresario cementero, y cinco funcionarios de alta gerencia del Banco de Costa Rica están en un módulo donde se ubican reos de buen comportamiento, sin importar el delito en que han incurrido, explicaron fuentes del Ministerio de Justicia.
Bolaños y los cinco miembros del Comité de Crédito del BCR ingresaron a las 4:45 p. m. de este miércoles a ese centro, ubicado en la capital, luego de que el Juzgado de Turno Extraordinario les impusiera tres meses de prisión preventiva.
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Los jerarcas bancarios son Leonardo Acuña Alvarado, subgerente de Finanzas y Riesgo; Andrés Víquez Lizano, subgerente de Banca Mayorista; Marvin Corrales Barboza, subgerente de Banca Minorista; Gilberth Barrantes Campos, gerente Corporativo de Riesgos y Rodrigo Ramírez Rodríguez, director de Gestión de Crédito.
La misma medida aplica para el gerente general suspendido del BCR, Mario Barrenechea, de 67 años, quien la descuenta en el centro especial para adultos mayores, ubicado dentro del complejo penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela. Allí no hay hacinamiento.
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La investigación obedece a la forma en que se manejaron líneas de crédito por $30 millones que esa entidad bancaria estatal le otorgó a Bolaños. A ellos se les achaca la presunta comisión del delito de peculado.
Módulo con hacinamiento leve
Según detalló Mariano Barrantes, director de Adaptación Social, los detenidos están en dos dormitorios de baja contención, tres en uno y los restantes en el otro. Ambos comparten con más reclusos. El módulo al que pertenecen los dormitorios es conocido como "Compromisos y Oportunidades".
La capacidad máxima es de 54 personas por cada dormitorio; no obstante, después del ingreso de estos detenidos, la cifra llegó a 61 en cada uno. El hacinamiento ronda el 9%.
Esa es la razón por la cual Bolaños y los altos gerentes del BCR no consiguieron una cama y ahora deben dormir en una colchoneta puesta sobre el suelo.
"El centro mantiene en reserva varias colchonetas para los privados que ingresan. Al igual que todos los que entraron ayer, que fueron más de 20 personas, a ellos se les dio una colchoneta (…) ahora deben esperar a que se desocupe una cama", indicó Barrantes.
Esto implica que no tienen un cajón para guardar sus artículos personales. "Los que tienen cama sí tienen un lugar para guardar sus cosas, los que no, las tienen que dejar ahí, sobre la colchoneta, o en algún otro sitio".
El ingreso de ellos se da en un momento en el que las autoridades penitenciarias deben desalojar ese centro penal, luego de que el juez de Ejecución de la Pena, Roy Murillo, lo dispusiera por considerarlo una "jaula humana". Al 26 de octubre había 837 privados de libertad, cuando la capacidad máxima es de 556 reclusos.
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‘Sin privilegios’
En este módulo de baja contención, ellos comparten espacio con personas que, sin importar si tienen antecedentes o no, son consideradas "no peligrosas" y quienes se comprometieron a tener buen comportamiento.
Según dijo Barrantes, ahí se encuentran reos involucrados en delitos de "cuello blanco", delitos sexuales o estafas. También hay policías que, en apariencia, delinquieron, así como personas sometidas a procesos de extradición.
Es por esa razón que, en criterio de las autoridades de Adaptación Social, no hay "riesgo alguno" para la integridad física de Bolaños y los demás.
"En 13 años que tiene de existir este módulo, no hemos tenido mayor problema. La dinámica es muy positiva porque todos están apegados a las reglas que los rigen", dijo Barrantes.
En contraste con este "buen ambiente" está la infraestructura, pues se trata de un lugar "más pequeño y encerrado".
"Cada dormitorio cuenta con un teléfono público, tiene un comedor y un patio de sol. Las actividades al aire libre las realizan a diario en donde se recibe la visita. Por lo menos dos horas de eso.
"Todos los derechos lo mantienen como el resto. No hay diferencia, no hay privilegios ni preferencias. Las condiciones son idénticas al resto de personas, solo que, por tener un perfil diferente, se ubicaron en este módulo de oportunidades", explicó,
Por su parte, Juan Marcos Rivero, abogado de Juan Carlos Bolaños, indicó que él no ha podido ir a verlo debido a que tenía otros compromisos laborales. No obstante, añadió, conoce que su cliente está siendo tratado "como un reo estándar".
"Mañana lo visitaré a ver cómo está. Pero sé que, en la medida de lo posible, se vela por su seguridad. Es decir, en medio de las incomodidades que significa estar preso, la idea es que esté seguro", mencionó Rivero.
Primer encuentro
Cuando Bolaños y los miembros de la alta gerencia del BCR llegaron a la cárcel fueron recibidos por la Policía Penitenciaria.
Allí les dieron una primera inducción del funcionamiento de la cárcel y les hicieron firmar un acta de compromiso para poder ingresar al módulo de "Compromisos y Oportunidades". Aceptaron tener buen comportamiento y mantener la armonía en el ambiente.
En caso de incumplir con ello, serían reubicados a otra zona de la cárcel.
Para este jueves se espera que el Consejo Técnico Interdisciplinario entreviste a cada uno de ellos, con la idea de hacer un plan de atención.
Sin embargo, Barrantes dijo que, en su caso, ese plan de atención quizás no sea necesario. "Generalmente es para atender problemas de adicción a las drogas o al alcohol. Para estos imputados no creo que sea necesario porque son profesionales, no tienen vicios, ni tienen problemas de violencia doméstica".
De hecho, el director apuntó que se les indicará que, si así lo desearan, pueden apoyar en los procesos educativos formales. "La idea es que sepan que sus capacidades y habilidades las puedan poner al servicio del resto de la población penal, si lo quisieran hacer".