El Tribunal de Juicio de Puntarenas condenó, este martes, al abogado Arcelio Hernández Mussio a la pena máxima de 10 años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio de siete estadounidenses.
Los jueces le impusieron seis meses de prisión preventiva y acreditaron la acusación de la Fiscalía, según la cual Hernández promocionaba su bufete como una empresa especializada en bienes raíces y administración de recursos de terceros.
El documento señala que un norteamericano, de apellido Dean, contactó a Hernández, entre el 2007 y 2009, para comprar un hotel en Sámara (Guanacaste), junto con seis amigos más.
El 20 de mayo del 2010, Hernández se reunió con Dean para suscribir un convenio en el cual se definió el aporte que cada uno debía dar, hasta depositar unos $600.000 por la compra del hotel y $15.752 por honorarios.
Los ofendidos procedieron a depositar $626.000 a una cuenta del bufete de Hernández. Del 25 de mayo al 1.° de junio del 2010, la Fiscalía señaló que Hernández transfirió ese dinero a una segunda cuenta del bufete y, de esta última, distribuyó los fondos entre varias cuentas personales.
Al final, nunca realizó los giros al vendedor del hotel como se había instruido por parte de los ofendidos y, el 31 de mayo del 2010, Hernández no llegó a la cita para la compraventa del hotel e intentó engañarlos con que estaba hospitalizado.
Ese mismo día, los ofendidos recibieron información de que el bufete de Hernández iba a enfrentar un proceso de quiebra por no poder asumir las deudas.
Alejandra Araya, defensora de Hernández, señaló que esperan el fallo integral para analizar si apelan. Por otro lado, dijo que lograron desacreditar la tesis de que hubo una estafa mayor, pues nunca se engañó a los ofendidos.
En agosto del 2014, el Tribunal Penal de Goicoechea condenó a dos periodistas del diario Al Día por el delito de calumnias por la prensa , al publicar en octubre del 2011 que la Fiscalía buscaba a un hombre, de apellido Hernández, porque, supuestamente, se presentaba como abogado para estafar a inversionistas extranjeros.
Arcelio Hernández querelló al medio y sus periodistas porque él sí era abogado y el Tribunal condenó a Al Día a pagarle ¢3 millones por daño moral.