Francisco Mora Palma, el médico acusado de liderar una supuesta banda dedicada al tráfico internacional de órganos, niega haberse beneficiado con los 14 trasplantes que se habrían practicado de forma ilícita en el país.
El imputado declaró la mañana de este miércoles ante el Tribunal Penal de San José, encargado del juicio contra él y cuatro imputados más.
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"Yo no negocié, no transé, no vendí, no compré ningún riñón de ninguna persona. Yo no negocié, no transé, no compré ni vendí ningún derecho humano. Yo no obligué, no coaccioné, no engañé ni tomé ventaja de los que hoy se consideran ofendidos.
"Yo creo firmemente en el trasplante con donante vivo, que no produce lesión alguna. Yo no lesioné a ninguna persona, no falseé datos. Como funcionario público, no me beneficié ni beneficié a ninguna persona.
"No manejé fondos públicos. Todo lo que hice fue en beneficio de salvar una vida humana", expresó Mora Palma, quien se desempeñaba como jefe de Nefrología del Hospital Calderón Guardia en el 2013, cuando fue capturado en junio de 2013 como parte de los operativos policiales de este caso.
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"Creo firmemente que la vida humana no se compra, no se vende, pero en el transcurso de los años he visto que la gente se desprende de un órgano para salvar una vida", añadió el médico en su declaración, que se extendió de las 10:53 a. m. hasta las 11:27 a. m..
Según la acusación de la Fiscalía, clientes extranjeros llegaron a pagar hasta $140.000 por cada trasplante de riñón, de los cuales $40.000 eran para los "donantes".
Los órganos se le extrajeron a 14 personas que el Ministerio Público describe como en "condición de vulnerabilidad económica".
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Mora Palma explicó a los jueces que su interés por especializarse en Nefrología se inició en 1977, cuando empezó los estudios en la especialidad de Medicina Interna en el Hospital Calderón Guardia.
Según dijo, hasta el 2013 realizó 400 trasplantes con donador vivo, entre los cuales hubo 100 en los que el donante no estaba relacionado con el paciente (no era familiar). Esos procedimientos, dijo Mora, tuvieron un éxito de entre 95% y 98%.
Un colega suyo lo introdujo en la práctica privada de hacer estas operaciones.
Ese colega, según dijo Mora, consultó con un magistrado, quien le dijo que "no había problema, siempre y cuando hubiera consentimiento informado", tanto del donador como del receptor del órgano para garantizar que no se recibía ni se daba dinero a cambio del procedimiento.
Mora relató a los jueces que en el 2010 recibió una llamada de Luis Paulino Hernández Castañeda, quien en ese momento era director del centro hospitalario donde laboraba, en la cual le solicitó ayudar a un diputado.
Ese legislador –a quien no identificó–, le aseguró que tenía un amigo en Israel que necesitaba un trasplante. Ese procedimiento, según él, finalmente lo realizó un equipo médico del Hospital México, el 28 de julio del 2010, en una clínica privada.
Los otros cuatro imputados (tres médicos y un comerciante griego) se abstuvieron de declarar, por recomendación de sus abogados.
A estas personas, aparte de 14 delitos por supuesta trata de personas para extracción ilícita de órganos, el Ministerio Público les atribuyen 12 lesiones graves.
La declaración de Mora y la abstención de los otros acusados se dio luego de que el Tribunal rechazó varias de objeciones al proceso presentadas por los abogados defensores quienes alegaron errores procesales de la Fiscalía.
El juicio se inició este lunes. Está a cargo de los jueces Lorena Blanco, Laura Sánchez, Irena Barrantes y Omar White. Se prevé que se extienda hasa el 30 de noviembre.