Un hombre de 31 años y su compañera sentimental de 23, fueron detenidos ayer por ser sospechosos de vender drogas frente a sus hijos menores de edad, confirmaron la Fuerza Pública y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El operativo ocurrió en una casa de dos pisos, situada cerca del salón comunal de Santa Rosa de Pocosol de San Carlos.
Los capturados figuran como sospechosos de usar su vivienda para expender todo tipo de drogas a los adictos de la zona.
Delroy Hernández, subjefe de la Fuerza Pública local, manifestó que la pareja, generalmente, realizaba las entregas de cocaína de alta pureza, crack y marihuana en presencia de dos de sus tres hijos, todos menores de siete años.
Hernández y el OIJ informaron de que el jefe de familia es oriundo de Pavas, mientras que su compañera es nacida en Pocosol de San Carlos, zona norte.
Desmayo. Durante la acción policial, la detenida se desmayó en dos ocasiones, por lo que socorristas de la Cruz Roja la trasladaron hasta la clínica local para ser atendida.
En el allanamiento participaron también funcionarias del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que analizarán el futuro inmediato de los tres menores, entre ellos, un bebé de 40 días. Aún se ignora qué pasará con ellos.
Agentes del OIJ de Los Chiles, encargados de coordinar el operativo, luego de un año de seguimientos a los presuntos traficantes de drogas al menudeo, comentaron que decomisaron una importante cantidad de cocaína de alta pureza, crack y los billetes marcados, que fueron usados para pagar la compra final.
Dos horas después de que la Policía inició la inspección, al lugar llegaron varios jóvenes que lanzaron piedras contra las autoridades. Tres de ellos fueron arrestados. No hubo ningún policía afectado por la lluvia de piedras.
El subjefe de la Fuerza Pública de Santa Rosa de Pocosol explicó que, entre el 15 de febrero pasado y lo que va de marzo, se incrementaron los robos y asaltos, en los que se involucra a adictos, quienes, presuntamente, asaltan para cambiar el botín por estupefacientes.
Un caso que citó Delroy Hernández es el robo de ¢20 millones en mercadería de la joyería Milenium, donde se investiga si los autores fueron adictos.