Es conocida como gato en el mercado de las drogas, es altamente adictiva, alucinógena y su costo es barato.
Así es la ketamina, un psicotrópico que cada vez gana más terreno en Costa Rica y es común verlo entre las sustancias decomisadas por las autoridades policiales.
Según Guillermo Araya, director del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), la ketamina está entre las tres drogas de moda en nuestro país. Las otras dos son la marihuana y la conocida como K2 (marihuana sintética).
“Existe un mercado en Costa Rica y se está ampliando el consumo. Esta droga fue vendida como cocaína, pues es muy similar, pero se ha posicionado y ahora se vende como ketamina”, dijo el funcionario.
De acuerdo con un informe elaborado por el Departamento de Química Analítica de Ciencias Forenses del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la ketamina apareció como droga en el segundo trimestre del 2013, en el 2014 pasó inadvertida, mientras que en el 2015 y 2016 emergió nuevamente.
Efectos. Esta sustancia, la cual es utilizada en la medicina veterinaria, tiene un efecto que puede durar de dos a cuatro horas, según la dosis.
Un gramo de este tipo de droga posee un valor de ¢5.000 en el mercado, dijo Araya.
A corto plazo, la ketamina puede generar problemas en el sistema digestivo, náuseas y taquicardia. Pero a un mayor consumo, puede dejar secuelas como problemas de memoria y ansiedad, explicó Araya.
Alexánder Campos, jefe del Programa Regional Antidrogas (PRAD) del Ministerio de Seguridad, expresó que la ketamina es traída por las bandas locales al país, principalmente, desde Nicaragua.
Uno de los decomisos más grandes se dio en agosto de 2015, cuando se confiscó un cargamento con 400 frascos que intentó pasar una mujer por el puesto de Peñas Blancas.
Además, en esa misma zona, la Policía de Fronteras también se incautó de un cargamento de 70 frascos.
Campos detalló que de momento no se ha dado ningún decomiso de esta sustancia en algún centro educativo.
No obstante, la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Población de Educación Secundaria del 2015, elaborada por el Instituto Nacional de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), reveló que 11,7% de los estudiantes del país refirió haber consumido ketamina alguna vez en su vida.
En el informe, la entidad destacó que atendió 19 pacientes con problemas de adicción, en los que se reportó el uso de ketamina, durante el 2014.
Bandas locales incursionan. La ketamina no es una droga que sea traficada por grandes carteles de la droga, como los de Colombia o México, sino que son pequeñas estructuras locales de narcomenudeo las que ven ganancias en ella y la distribuyen.
“Ellos (miembros de bandas) están diversificando el mercado. La ketamina no depende de un traficante internacional”, enfatizó el jerarca del ICD.
Por ejemplo, en enero de este año, la Fuerza Pública decomisó 1.326 dosis de ketamina en un búnker en la León XIII, Tibás.
Otro caso es el de un sujeto de apellido Estrada, hermano de otro hombre conocido como Ojos Bellos, supuesto líder de una banda. narco.
A él la Policía Judicial también le confiscó varias dosis de ketamina, en un allanamiento efectuado el 24 de octubre para detener a los miembros de la organización.