Entre el 16 de setiembre y el 19 de octubre, 429 reos obtuvieron el permiso para salir de la cárcel, lo cual alivió un poco el hacinamiento que afecta, desde años atrás, al sistema penitenciario costarricense.
Esos reclusos serán reubicados en alguno de los 12 Centros de Atención Semiinstitucionales (CASI), que están distribuidos en el país, en los cuales solo deben dormir algunos días.
Esta medida se da luego de que, en agosto, la ministra Cecilia Sánchez anunciara que les pediría a los directores de cada cárcel que buscaran reos “no peligrosos” para redistribuirlos.
Se intentó conocer cuáles delitos cometieron los beneficiados, pero el Ministerio de Justicia informó de que no tenían ese dato. Lo que sí recordaron es que uno de los requisitos era que hubieran incurrido en faltas menores.
Justicia detalló que, además, entre el 1.° de setiembre y el 19 de octubre se otorgaron otras 269 salidas al régimen semiinstitucional con base en las valoraciones ordinarias y extraordinarias que ya se aplicaban antes de la decisión de la jerarca.
En total, entre setiembre y los 19 días de octubre, se ordenó reubicar a 698 reclusos, según comunicó esa entidad.
Esos egresos, sumados los reos que cumplieron pena o que salieron porque les cesaron la prisión preventiva (no detallaron cantidades) reducen la sobrepoblación de un 52,2% (equivalentes a 13.889 reos) a un 47,9% (13.504 privados de libertad).
Es decir, se da una reducción de cuatro puntos porcentuales. Sin embargo, Justicia aclaró que aunque la salida de presos representa ese porcentaje, cada mes reciben aproximadamente a 615 reclusos.
En detalle. De las 429 reubicaciones que fueron aprobadas por el Instituto Nacional de Criminología (INC) con base en la orden de la ministra, 308 ya están ejecutadas. A otros presos, les hace falta asistir a una charla o a una reunión con personal técnico para poder salir, pero su egreso es inminente, explicó el Ministerio.
Marco Feoli, viceministro de Justicia, detalló que los beneficiados cumplieron con los requisitos como haber cometido un delito menor, estar próximos a cumplir su sentencia, no tener causas pendientes y no ser reincidentes.
Además, debían tener un recurso receptor y contar con ocupación laboral o educativa.
Según las estadísticas del Ministerio, la mayor cantidad de reos reubicados (113) estaban recluidos en la cárcel San Rafael, ubicada en el complejo penitenciario La Reforma, en Alajuela.
Esto, según dijo Feoli, porque es la prisión de mínima contención y donde están los reclusos que se hallan próximos a cumplir la condena. Mientras, del centro penal para el adulto mayor no reubicaron a ninguno.
Insuficiente. Para el viceministro, esta reducción es “importante”, pero admitió que es “insuficiente” para cumplir con la meta incluida en el Plan Nacional de Desarrollo, la cual promueve finalizar el año con un hacinamiento de 36,4%.
A pesar de ello, expresó, la institución trabaja para conseguir alcanzar el objetivo del 2018: reducir a un 20% la sobrepoblación carcelaria. Detalló que apuestan por las reubicaciones en centros semiinstitucionales.
En segundo lugar, considera que las construcciones de las unidades productivas y de los arcos modulares (dormitorios) en La Reforma (Alajuela) y Pococí (Limón) aliviarían la situación. No obstante, dijo, esto se concretaría hasta el próximo año.
“Esos son los grandes proyectos por los que apuesta el Ministerio”, resaltó Feoli.