Dos hermanas de apellido Calvo y el esposo de una de ellas, de apellido Ayón, sospechosos de haber cometido un fraude, llegaron esta tarde a una conciliación para pagar dineros dispuestos en una herencia y así evitar ir a juicio.
La denuncia fue interpuesta por la ofendida, de apellido Corrales, quien años atrás había contraído matrimonio con el padre de las dos hermanas.
Al fallecer el esposo de Corrales, se conoció que, como parte de la herencia que él dejó, se disponía que durante cinco años sus hijas le dieran un monto de dinero mensual a Corrales, producto de las ganancias generadas por la franquicia de una panadería que el señor había puesto a nombre de sus familiares.
La voluntad del fallecido se cumplió durante un año, pero según denunció Corrales, posterior a ese período las mujeres le indicaron que la franquicia ya no pertenecía a ellas y que ya no podían seguir entregándole el dinero.
Según una investigación de la Fiscalía, lo que ocurrió fue que las dos hermanas habrían realizado un traspaso simulado de la franquicia a nombre de una sociedad anónima en la cual figura Ayón.
Tras una indagatoria realizada esta mañana en la Fiscalía a Ayón y a su esposa, ambos manifestaron su interés de conciliar con Corrales.
La audiencia temprana de conciliación se incició las 2 p. m. y fue solicitada por la Fiscalía de Fraudes ante el Juzgado Penal de San José.
En la diligencia estuvieron presentes todas las partes y entre ellas acordaron entregar hoy una suma de dinero determinada, así como dos montos más que deberán ser depositados a Corrales en dos fechas específicas de diciembre y enero.
Una vez realizado el último pago, las partes revisarán el cumplimiento del acuerdo y, en caso de haberse ejecutado según lo establecido este jueves, el Juzgado Penal dictará un sobreseimiento definitivo en favor de los tres imputados.