Gerardo Obando viajaba con su esposa e hija, de 2 años, cuando chocó contra el tren en junio. Como sufrieron varios golpes, quería llamar al Sistema de Emergencias 9-1-1 para pedir una ambulancia y cerciorarse de que estaban bien de salud.
Empero, Obando y su pareja no tenían forma de comunicarse con las autoridades: ellos son sordos y, si no cuentan con la ayuda de un oyente, no pueden solicitar una ambulancia ni una patrulla.
“Esto es lamentable. Nos sentimos muy desvalidos. No es posible que tengamos que pedirle a alguien más que nos ayude, cuando nosotros mismos deberíamos poder hacerlo”, reprochó Obando semanas atrás.
Actualmente, el Sistema de Emergencias 9-1-1 no tiene un método que permita a la población sorda dar alertas. No obstante, comunicó, busca implementar uno a principios del 2017.
Proceso. Gerardo García, vocero de la entidad, detalló que el objetivo sería crear un sistema que les permita a los sordos enviar mensajes de texto para alertar de alguna situación en particular.
Pero, para poder lograr este tipo de comunicación, primero harían una especie de base de datos con los números de teléfono de los sordos que viven en Costa Rica. “Queremos tener registrado los teléfonos de esta población para evitar las falsas alarmas”, comentó el vocero.
Entonces, cuando un sordo sufra un accidente o tenga una emergencia de salud, podrá enviar un mensaje al teléfono 9-1-1. Deberá indicar qué le ocurrió y la dirección en la que se encuentra.
Un encargado de la entidad recibirá ese mensaje, verificará que el número esté incluido en la base de datos y, luego, deberá darle un acuse de recibido.
“El operador podrá pedirle más datos o simplemente escribirle: ‘Ok’. Esa respuesta es vital porque es la única manera que tendrá el afectado de saber que su alerta fue recibida”, expresó.
El vocero añadió que el problema que podrían afrontar es que el mensaje de texto no llegue hasta la base de operaciones y no se atienda la emergencia.
“Esto es algo fuera de nuestras manos porque es cuestión de la señal que emita cada operador de telefonías y es un riesgo que corremos hasta con las llamadas”, puntualizó.
Por el momento, el Sistema de Emergencias elabora el cartel, con el cual busca contratar una empresa que se encargue del desarrollo del software .
Se prevé que el sistema esté funcionando para el primer trimestre del 2017 y, que para finales de ese año, se pueda poner a disposición del resto de los costarricenses.
La entidad señaló que aún no tiene un estimado de cuánto podría costar esta herramienta, ya que apenas están realizando un estudio de mercado.
“Queremos conocer cuál es el costo promedio de este sistema. Suponemos que lo deberán traer de otros países. Independientemente del costo que tenga, es algo que tenemos que adquirir”, manifestó García.
Se intentó conocer el criterio del presidente de la Asociación Nacional de Sordos de Costa Rica, Rónald Carvajal, pero, al cierre de edición, no respondió.
Lo de antes. Del 2004 al 2013, los sordos podían alertar sobre una emergencia por medio de un Dispositivo Telefónico para Sordos (TDD, por sus siglas en inglés). Pero fue descontinuado.
“Este funcionaba como una especie de chat antiguo. Las personas no oyentes debían comprar el aparato como tal y conectarlo a su celular. Cuando marcaban el 9-1-1, este se activaba, pero, por el alto costo que tenía, pocas personas podían adquirirlo”, expresó García.
Entonces, desde hace tres años, la institución andaba tras una solución para este problema. “Sabemos que es una población que está vulnerable y tenemos que trabajar para mejorar esta situación”, concluyó.