El equipo de buzos estadounidenses que vino a localizar los restos del catamarán hundido en aguas del Pacífico fracasó en su objetivo.
Pese a la intensa búsqueda de la nave EcoQuest, no se logró encontrar en el punto donde se hundió, el 8 de enero, con un saldo de tres fallecidos.
Martín Arias, coronel del Servicio Nacional de Guardacostas, explicó que la expectativa era muy elevada, pero no hubo el resultado esperado.
Según dijo, el lunes se reunieron con el equipo de los técnicos del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos para analizar ese asunto.
“Ellos se regresaron el martes a EE. UU., aquí tuvieron entrevistas con personas relacionadas con el catamarán, su construcción, personal del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, capitanía de puerto y nosotros. Sobre todo, les interesó el tema de construcción y puesta en operación y servicio que daba el catamarán”, manifestó Arias.
Buque cercano. Arias añadió que los buzos estadounidenses se fueron desde el martes.
“Lo que dicen es que certeramente, donde se creía que estaba el catamarán, no apareció. Sin embargo, había una estructura muy similar, a 600 o 700 metros del punto original, pero en esa zona las corrientes son muy fuertes y los equipos no lograron hacer fotos o videos para verificar que fuera el catamarán, menos para decir cuáles pudieron haber sido las consecuencias del hundimiento”, explicó.
Ahora, el equipo de expertos deberá realizar un informe de la investigación sobre seguridad marítima de este incidente y enviarlo al país, a más tardar en siete meses.
Arias señaló que el documento deberá incluir recomendaciones para el Estado costarricense en dos vías: primero, normas, medidas y leyes para tener un mayor control de este tipo de embarcaciones y, segundo, los resultados que se obtuvieron con este trabajo serán enviados al Ministerio Público para que los añadan al expediente de investigación.