Las vacaciones que tomaron los diputados sin aprobar antes el permiso para el atraque de 41 barcos del Servicio Nacional de Guardacostas de EE. UU. y de un buque de la Armada de ese país, debilita la lucha de Costa Rica contra el narcotráfico en el mar.
Así lo consideró el ministro de Seguridad, Mario Zamora, y lo reforzaron las autoridades de la Embajada de Estados Unidos.
El aval para la entrada de las naves que vienen al país bajo el convenio de patrullaje conjunto, se otorga cada seis meses. Dicha autorización permite que los barcos atraquen en los puertos costarricenses para abastecerse de combustible, así como para entregar detenidos o evidencias.
La legación estadounidense remitió dos notas de solicitud de permiso a los diputados tres semanas antes del 8 de julio, cuando los legisladores salieron a vacaciones. Sin embargo, los congresistas no lo votaron.
Eso significó que, a partir de julio, cuando venció la autorización otorgada la última vez, la nación norteamericana canceló las visitas de otros barcos a nuestro país, pues no tendrían ni siquiera cómo recargar combustible.
Según Zamora, la falta del permiso a los buques abre las puertas al narcotráfico y deja vulnerables las costas ticas.
“Es una situación de alta peligrosidad porque es un mensaje al narcotráfico de que no tenemos resguardo de los buques estadounidenses en nuestras costas, que son los que pueden llegar a lugares más alejados”, dijo el jerarca.
En total, los 42 barcos suman tripulaciones de unos 3.700 oficiales. Además, están equipados con helicópteros y artillería.
Por razones de Seguridad, el Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica declinó detallar las cantidad de oficiales y el tipo de embarcaciones con que cuenta nuestro país.
Los diputados regresarán a laborar el próximo 22 de julio y deberán decidir si firman el permiso.
Resultados. El patrullaje conjunto, firmado en 1999 entre ambas naciones, permite la lucha contra el tráfico de drogas en el mar territorial y el mar patrimonial de Costa Rica, tanto en el océano Pacífico como en el mar Caribe.
En el acuerdo inicial se destacó la “insuficiente provisión de medios técnicos y materiales por parte del Gobierno de Costa Rica para asumir un papel activo y contundente en la lucha contra la narcoactividad internacional”.
De acuerdo con los datos suministrados por la Embajada de Estados Unidos, el resultado de la vigilancia hecha en nuestras aguas como parte de esa cooperación, entre enero y mayo de este año, fue la detención de ocho lanchas rápidas y una pesquera. Además, el decomiso de 5 toneladas de cocaína y de 2,5 toneladas de marihuana (incluye las incautaciones en barcos extranjeros, casos en los que la droga no se queda en Costa Rica).
Según el registro de nuestro Servicio de Guardacostas, en ese periodo los operativos en el mar dejaron un total de 5,4 toneladas de cocaína y 58 kilos de marihuana decomisada en el territorio nacional. La entidad detalló que, de esos totales, Estados Unidos ayudó en la incautación de la mitad de la droga.
Lucha a medias. La Constitución Política establece que los diputados deben “dar o no su asentimiento para el ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional y para la permanencia de naves de guerra en los puertos y aeródromos”, por esta razón se necesita el aval para el ingreso de los 42 buques.
Eric Nelson, encargado de Negocios a. í. de la Embajada, lamentó que la Asamblea Legislativa no haya dado aún el consentimiento.
“Nosotros, con todo respeto, pedimos permiso para entrar, pero los narcotraficantes nunca piden permiso. Es una lástima cuando no se tiene el permiso a tiempo, pero respetamos que ellos tienen otros proyectos”, manifestó.
Para el 2 de julio, se tenía prevista la llegada del barco USCG Sherman, pero fue cancelada.