Una persona fue condenada a seis años de prisión por robo. Ya descontó año y medio de la pena. El deseo de ver a su familia es grande, pero su salida está lejos. No obstante, su buen comportamiento la hacen candidata para pedir un permiso de salida por seis días y se lo otorgan.
Ese beneficio no existe en Costa Rica, pero un equipo de españoles, expertos en el tema penitenciario, promovió la idea durante un foro en la Asamblea Legislativa. El permiso de salida podría ser incluido en el Proyecto de Ley del Servicio Penitenciario Nacional y de Acceso a la Justicia para la Ejecución de la Pena , presentado por el diputado independiente Carlos Góngora, el 12 de agosto.
El legislador moderó este miércoles un foro en el que los españoles Marco Baras, Premio Nacional de Investigación Penitenciaria en España, Borja Mapelli, catedrático de la Universidad de Sevilla, y Carlos García, abogado penalista, compartieron prácticas y experiencias desarrolladas en las cárceles de Europa.
Los foráneos fueron traídos por Eurosocial, un programa regional de cooperación técnica de la Unión Europea, bajo un convenio con la Defensa Pública del Poder Judicial.
Carlos García explicó que los permisos de salida son una preparación para la vida en libertad y forman parte de la integración en el cumplimiento de la pena.
“¿Cómo demuestra un privado de libertad que es capaz de vivir en sociedad si lo único que hace es vivir en una prisión? Los beneficios son maravillosos para el recluso porque puede visitar a su familia cada cierto tiempo, como en Navidad, lo que le permite tener contacto con la comunidad a la que va a regresar”, manifestó.
Por su parte, Marco Baras, asesor jurídico de un centro semiinstitucional en la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid), sostuvo que los permisos de salida son un instrumento para la pacificación dentro de las prisiones, porque condicionan a que el reo se porte bien para recibir el premio. De hecho, las salidas se hacen sin custodia.
José Manuel Arroyo, vicepresidente del Poder Judicial, también participó en la actividad y manifestó la necesidad de mejorar la inversión social para atacar la crisis penitenciaria, a la que consideró un síntoma de la crisis generalizada del modelo social y económico.
Sorprendidos. El beneficio de los permisos se aplica en España desde 1979 y está regulado por la Ley Orgánica General Penitenciaria. Carlos García aseguró que cuando se enteraron de que en Costa Rica no existía este beneficio, quedaron “sorprendidos”.
“En Europa nadie duda de los permisos de salida, es una figura muy consolidada y definida. Italia, Francia, Alemania y otros países los aplican. No imaginamos una legislación penitenciaria sin una figura tan positiva”, alegó.
Para García, el permiso sirve como medida para bajar el nivel de hacinamiento en las cárceles ticas, que actualmente llega al 38%. El beneficio se aplica solo para sentenciados, quienes allá tienen derecho a 36 días en libertad por año, en tractos de máximo seis días, regulados por un juez y el Ministerio Público.
Además, debe haber una evaluación psicológica y familiar de un equipo técnico que recomiende la salida. “El índice de quebranto, durante los permisos es inferior al 2%. En España puede haber 130.000 permisos al año”, expresó García.
Eso sí, Marco Baras, aseguró que si hay riesgo de que el solicitante pueda atacar a las víctimas, el permiso no se otorga.
Los expertos estarán en nuestro país hasta el 27 de setiembre discutiendo estas ideas con funcionarios del Poder Judicial, Ministerio de Justicia y la Asamblea Legislativa.