El Juzgado Penal de San Carlos dictó el domingo en la noche seis meses de prisión preventiva contra cuatro mujeres y un hombre sospechosos del delito de trata de personas.
Los implicados fueron detenidos el sábado anterior en La Fortuna de San Carlos y Chachagua de San Ramón, donde en tres bares mantenían a 16 mujeres extranjeras como esclavas sexuales, según informó el Ministerio Público.
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La organización era liderada por dos hermanos (un hombre y una mujer) de apellidos Rivera Carrión. Además, está implicada una hija de la mujer que tiene los mismos apellidos y dos mujeres de apellidos Hernández Valle y Hernández González. La Policía los detuvo en allanamientos a los bares Los Acostados, Tenampa y Los Horcones.
Los hechos por los que se les investigan ocurrieron a partir del 11 de agosto del 2016, cuando en apariencia Hernández Valle convenció a tres mujeres mayores de edad, nicaragüenses, en León de Nicaragua, para que trabajaran como saloneras en bares. Les mencionó que si aceptaban recibirían $320 al mes, más el alojamiento y la alimentación, informó la Fiscalía.
Luego de que aceptaron el ofrecimiento de trabajo, las ofendidas ingresaron al país de manera ilegal. Durante el traslado las víctimas notaron varias anomalías que les provocaron sospechas de que fueron engañadas. Además, fueron amenazadas para que no intentaran huir.
Cuando las mujeres llegaron al país, las trasladaron al bar Los Acostados, donde presuntamente recibieron instrucciones de que debían dar servicios sexuales a los clientes que frecuentan el lugar.
Según información brindada por la fiscalía, los clientes pagaban ¢16.000 por mantener relaciones sexuales con las víctimas, sin embargo esa cifra nunca se les entregaba a las ofendidas, debido a que en apariencia ese dinero se lo dejaban los imputados.
El 15 de agosto anterior, un cliente del bar ayudó a tres víctimas para que huyeran y ellas dieron aviso a las autoridades. Además, las ofendidas informaron de que en ese sitio también se encontraban otras mujeres en las mismas condiciones.
Durante el allanamiento, se encontraron billetes marcados que habían sido utilizados en la investigación. También había libretas de amputes que controlaban cada movimiento de las víctimas, así como cocaína, jeringas usadas, anticonceptivos y otros medicamentos.