Un empresario limonense, de apellido Bell y conocido como Macho Coca, fue detenido este jueves por ser sospechoso de comprar el silencio de cuatro oficiales de tránsito para poder trasegar cocaína y marihuana por la ruta 32 (de Limón hacia San José).
Así lo confirmaron el Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en una conferencia de prensa.
La captura ocurrió la mañana de este jueves cuando las autoridades registraron una de sus casas, ubicada en Moín, Limón. Paralelamente se realizaron nueve allanamientos más, en los que se detuvo a otras cinco personas.
La Fiscalía le atribuye a Bell el delito de tráfico de drogas y de cohecho propio en la modalidad de penalidad de corruptor (sobornar a un funcionario).
Días atrás, este empresario pesquero fue relacionado con la construcción de un muelle ilegal en Portete de Limón, que fue utilizado por narcotraficantes, según la Policía de Control de Drogas (PCD).
Por ello, él fue a comparecer a la Asamblea Legislativa, donde aseguró no tener ninguna relación con esos atracaderos.
Pese a que el OIJ señaló que se trata de investigaciones aparte, en la orden de allanamiento se detalla que a Bell se le vincula con un cargamento de 700 libras de marihuana comprimida que fue abandonada el 18 de noviembre del 2014 en Portete y que fue decomisada por la PCD.
Banda desarticulada. Los apresados son tres de cuatro tráficos “que estaban a disposición del empresario”, afirmó el OIJ. Los detenidos son de apellidos Marchena y Moya, ambos de 53 años; y otro de apellido Dondi, de 41. Las autoridades buscan al policía que falta por capturar.
Mientras, en una vivienda en Sarapiquí de Heredia, fueron capturados dos hermanos, de apellido Valerio, quienes al parecer son líderes de una banda que distribuía la droga en San José.
A ellos se les atribuye el delito de tráfico de drogas y legitimación de capitales.
En total, el OIJ allanó ocho casas, una finca y un taller que están ubicados en diferentes partes de San José, Heredia y Limón.
Como resultado de esas operaciones simultáneas, la Policía decomisó ¢35 millones, $9.000, 2.300 euros, un arma de fuego calibre 9 milímetros y cinco carros.
Solo encontraron droga en una casa en Calle Blancos, que es propiedad de Valerio. Allí hallaron ocho kilos de cocaína, que estaban ocultos en unos parlantes.
El abogado de Bell, Juan José Picado, expresó que, en el caso de su representado, portaba un dinero en efectivo proveniente de la venta de unas vagonetas.El OIJ advirtió de que este viernes seguirá con la búsqueda de esta o cualquier otra mercancía ilícita en las viviendas que fueron allanadas.
Modo de operar. Las investigaciones comenzaron en setiembre del 2014, luego de que el OIJ recibiera datos sobre una organización que vendía droga a otros grupos en la capital.
Gerald Campos, director interino de la Policía Judicial, detalló que hicieron una serie de intervenciones telefónicas que permitieron dar con el líder de esa banda josefina, de apellido Valerio y conocido como Gordo Hugo.
“Él tiene un perfil muy bajo, nos costó mucho identificarlo (...). Tenía su organización, pero no sale ostentoso hablando por aquí y por allá. Lo que hace es tener su clientela y distribuir la droga”, aseguró Campos.
En las conversaciones que escucharon, las autoridades descubrieron que había una persona en Costa Rica que les proveía la droga, a quien le decían jefe o jefecito, agregó el jerarca.
Tiempo después, se percataron de que Macho Coca era quien surtía de cocaína y marihuana a esa organización.
El director explicó que Bell trasladaba pequeñas cantidades de mercancía en vehículos o camiones. “Era un trasiego hormiga, pero constante”, puntualizó.
Justo por eso el empresario necesitaba la ayuda de los policías de tránsito. “Necesitaba que todo fuera fluido. La función de estos oficiales era no intervenir en el transitar de los carros de Bell. Si eran camiones, ellos evitaban que se sometieran al pesaje respectivo”, expresó.
Los cuatro oficiales recibían una remuneración económica por esas labores; sin embargo Campos prefirió no ahondar en detalles de esos pagos.
Lo único en lo que puntualizó fue en que esos funcionarios le pedían dinero al Bell hasta cuando se iban de vacaciones.
“Paralelamente a la red de droga que desarticulamos, también descubrimos una red de oficiales que estaba al servicio de Bell”, criticó Campos.
Por su parte, la Fiscalía recordó que, el 27 de mayo, cayó el primer miembro de esta banda. Fue un hombre de apellido Carvajal, quien fue detenido por transportar dos kilogramos de cocaína en su vehículo, sobre la ruta 32, sentido Guápiles- San José.
Rendición de cuentas. El pasado 1.° de octubre, el empresario pesquero y el alcalde de Limón, Néstor Mattis Williams, comparecieron ante la Comisión Permanente Especial de Seguridad y Narcotráfico del Congreso.
Durante ese encuentro, ambos aseguraron no saber quién construyó el muelle ilegal en Portete de Limón.
Bell, quien es el principal sospechoso de financiar esa obra, según lo que sostiene el Ministerio Público en su acusación, se abstuvo de precisar cuál fue entonces el origen de la construcción.
Asimismo, mostró su hoja de delincuencia, limpia, la cual entregó a los miembros de la Comisión legislativa. Colaboró el corresponsal Réiner Montero.