Pablo tenía unos dos meses de edad cuando sus padres decidieron ofrecerlo a otra familia por medio de una página en Internet, entre junio y julio pasados.
Las razones para querer entregar al bebé (cuyo nombre fue modificado para este artículo) no han trascendido, según detalló el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Lo que sí conoce la entidad es que en el sitio web llamado El Armario, los papás de Pablo contactaron a otra persona, con la cual acordaron hacer la adopción bajo condiciones que por el momento son desconocidas.
Sin embargo, una denuncia anónima interpuesta ante el PANI frustró la transacción; aunado a ello, al parecer la mamá biológica también se arrepintió de entregar al bebé.
“Comenzamos una intervención y pasamos la situación a Orotina (donde se presentaron los hechos)”, contó Fanny Cordero, vocera del Patronato.
Unos días más tarde ingresó otra denuncia al Centro de Orientación e Información del PANI, donde se indicaba que vendían a Pablo.
Por ello, el Patronato hizo una intervención el 8 de julio, día en el que lo colocó en una alternativa de protección.
Casi un mes después, el bebé fue trasladado a un albergue en Puntarenas, donde está bajo el cuidado de unas monjas.
Actualmente, Pablo tiene unos cinco meses de edad.
Al tiempo que le daban protección al menor, el PANI además presentó ante el Ministerio Público una denuncia por el delito de trata de personas en contra de la persona que supuestamente pretendió comprarlo.
“Fue desestimado; lo que quiere decir que lo que se pensó que era una venta de niño, se desestimó”, detalló Cordero.
La Nación le consultó a la Fiscalía por el estado en que se encuentra este caso, pero indicaron que tendrían que revisar el expediente.
Otra historia. Este no es el primer caso de adopción ilegal en Internet que atiende el PANI.
En el 2013, una adolescente de 17 años entregó a su bebé a una pareja, luego de un primer contacto entre ellos por medio del sitio web llamado Saludísima, que aún sigue vigente.
En noviembre de ese año, la joven acudió a las oficinas del PANI en San Carlos para señalar a un sujeto como el papá de la criatura para así cederle la custodia.
Dos meses después, la adolescente volvió al Patronato, pero esta vez con una versión completamente diferente.
“Manifestó que el señor no era el papá y que lo había conocido, tanto a él como a la esposa, en Internet. Agregó que estaba arrepentida de haberla entregado”, recordó Cordero.
Según la institución, la joven madre explicó que temía por el bienestar de la bebé porque se había enterado de que esa pareja al parecer estaba denunciada ante la Interpol por tráfico de niños.
Entonces, en enero del 2014, el PANI interpuso la denuncia ante la Fiscalía de San Carlos y al mismo tiempo giró una orden para quitarle a la pareja la custodia de la menor, que fue ubicada en un hogar en la misma zona norte.
Además, presentó una petición para un proceso abreviado ante el Juzgado de San Carlos para investigar la paternidad de la bebé y así se confirmó que el hombre no era el papá.
Hoy, la menor está próxima a cumplir dos años y se encuentra bajo el cuidado de la mamá; eso sí, todo bajo la supervisión de la abuela materna.
La Nación también le preguntó al Ministerio Público sobre este caso, pero la entidad comunicó que revisaría el expediente.
Preocupación. La proliferación de sitios en Internet que prometen una adopción rápida y sencilla mantiene preocupados a los funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia.
Ellos temen que el asunto se convierta en un negocio lucrativo y que con ello se deje de lado el interés superior del niño.
La adopción directa (hay mutuo acuerdo entre las partes) es legal, siempre y cuando se realice ante un Juzgado y el PANI haya aportado su criterio técnico.
A pesar de ello, el Patronato advierte que siempre se corren riesgos y que se cae en lo ilegal al momento en que un tercero interviene en el proceso.
“El espíritu de la norma es darle la posibilidad a la pareja que no puede asumir su rol, de entregar su hijo a otra familia, pero por razones de fondo que lo justifique; porque la conocen. Si ya deben de acceder a un sitio web, algo está mal y merece ser estudiado a nivel judicial”, explicó Jorge Urbina, jefe del Departamento de Adopciones del Patronato.
En el caso específico de páginas como El Armario y Saludísima, Urbina aseguró que lo que han hecho es poner la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para frenar su participación en adopciones.