“Nunca pensé que ella me iba a hacer eso, tal vez la malicia mía no fue muy grande. Yo le entregué a mi hija, oriné y ella estaba a la par del baño, pero cuando salí ella ya no estaba”.
Así lo narró Jocselyn González Romero, de 23 años, quien acusó a una conocida suya de haberle robado por ocho horas a su bebé de dos meses.
Por este hecho, ocurrido el 7 de mayo de 2013 en la terminal de buses de Puriscal, en San José, el Tribunal Penal de San José inició este jueves un juicio contra Lucrecia Ureña Jiménez, de 24 años, a quien la Fiscalía acusa del delito de sustracción simple de una persona menor de edad.
Acompañada por su hija, quien ahora tiene tres años, otra bebé en brazos y un familiar, González se presentó a la sala uno de los tribunales para dar su testimonio de lo sucedido.
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De acuerdo con la ofendida, ella había visto a Ureña en un par ocasiones antes del día que se llevó a su hija. Aseguró que la conoció en un bar en Moravia.
El día que se dio la sustracción de la menor, González andaba en el Registro Civil, gestionando los trámites para poner los apellidos del padre a la niña.
Al salir del lugar, se encontró con Ureña, quien le empezó a hablar y a acompañarla en el camino, pues ella se dirigía hacia las paradas de Pavas, mientras que, supuestamente, la imputada iba para el Hospital Nacional de Niños (HNN).
“Ella (Ureña) me decía que le diera la bebé, íbamos hablando, pero como en seis o siete veces me dijo que le diera la bebé.
"Me venía persiguiendo desde que entré al Registro, venía con intenciones, pero nunca me imaginé que ella me iba a hacer la maldad”, manifestó González.
Al llegar a las paradas de buses, Ureña le dijo a González que tenía manchada la licra con sangre, por lo que ella fue al baño y accedió a darle a la niña.
“Nunca pensé que ella me iba a hacer eso. Ella se quedó la par del baño “, dijo González.
Según contó a los jueces, tardó unos dos minutos y cuando salió no observó a Ureña, por lo que empezó a buscarla y a preguntar por la mujer y la niña. Los testigos le decían que a la chiquita se la habían llevado.
“Me puse a llorar, era mi primera bebé, empecé a correr como loca a buscar”, agregó.
Le pidieron no denunciar. Ante esa situación, dio aviso a las autoridades y cuando estaba en las oficinas de la Policía Judicial, en horas de la tarde, recibió una llamada a su celular por parte de Ureña, quien le dijo que le iba a devolver la niña, pero que no le avisara a la Policía, sin embargo ya ella había dado la alerta.
A eso de las 9 p. m. de ese día, la Policía recuperó a la niña en la casa de Ureña en El Huaso, San Rafael Arriba de Desamparados. La pequeña estaba sucia, vestida con ropa de hombre y no le habían cambiado el pañal.
La menor estaba bien de salud, pero después la internaron un mes en el HNN, pues la madre también fue investigada por presunta negligencia.
La imputada del caso se abstuvo de declarar ayer. Su defensor, Asdrúbal Quirós, manifestó que la madre de la bebé mintió a la hora de hacer la denuncia y lo demostrará en el juicio.
El Tribunal está a cargo de los jueces Omar White, Lorena Blanco y Max Escalante.
El debate está previsto para que continúe el 29 de agosto con más prueba testimonial y de videos.