Las solicitudes de refugio que hacen venezolanos en nuestro país van en aumento.
Solo en los primeros cuatro meses de este año, la Dirección General de Migración y Extranjería recibió 166 peticiones de asilo de esos extranjeros, mientras que, en todo el año pasado, fueron 280. En el 2014, se presentaron 129.
No obstante, en este año, Migración solo ha otorgado tres de esas condiciones a venezolanos.
El crecimiento en la cantidad de peticiones de venezolanos se explica en las difíciles condiciones que viven en ese país sudamericano. De acuerdo con estudios de la firma independiente Datanálisis, la comida escasea, los precios están disparados, hay protestas y el apoyo popular mengua.
De hecho, la viceministra de Gobernación de Costa Rica, Carmen Muñoz, detalló ayer que entre los principales motivos que argumentan esos sudamericanos al venir aquí están la escasez de alimentos y medicinas, lo que pone en peligro su vida. También, alegan amenazas por ser opositores al régimen y por inseguridad.
A nivel general, hasta abril de este año, Costa Rica recibió 1.492 peticiones. De estas, las principales son de salvadoreños (577) y de colombianos (249).
En ese lapso, el país aprobó 69 refugios: 32 salvadoreños, 27 colombianos, tres cubanos, dos nicaragüenses, un panameño y un iraní.
En el caso de los salvadoreños, la acción de pandillas en ese país que amenazan a muchos jóvenes o intentan reclutarlos en sus filas originan condiciones de inseguridad que los mueven a dejar su país.
La violencia doméstica, y la falta de oportunidades también influyen en las migraciones.
En Costa Rica viven 3.685 personas con estatus de refugiado. Este se otorga a quienes son afectados en otros países por motivos de raza, religión, nacionalidad, género, pertenencia a determinado grupo u opiniones políticas.
Lento proceso. Muñoz explicó que mientras se resuelven las cientos de peticiones, los venezolanos y demás extranjeros tienen derecho de permanecer en nuestro país y a tener la protección del Estado.
En algunos casos, dijo, la resolución puede tardar años y eso implica una erogación estatal importante porque esas personas empiezan a demandar recursos estatales.
Incluso, en ocasiones, cuando hay una respuesta, ya esas personas foráneas han contraído matrimonio o tienen hijos en el país, lo que modifica su estatus porque pueden obtener residencia o nacionalizarse.
En otros expedientes, cuando se niegan los asilos, los extranjeros se acogen a la visa de turista y se quedan por el tiempo que la ley les faculta en esa condición.
Para disminuir el problema de moratorias o presas en el análisis de solicitudes, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) firmó un acuerdo de cooperación con el Ministerio de Gobernación para que 15 nuevos oficiales de elegibilidad se integren a la Unidad de Refugio de Migración.
De igual manera, en julio, comienzan labores cuatro asesores legales y dos administrativos migratorios.
"Este es un acuerdo muy importante porque busca bajar la mora de expedientes que no solo venían acumulados de periodos anteriores, sino que a falta de recursos humanos han formado una presa", afirmó Muñoz.
Asimismo, para apoyar a estos migrantes, la oficina de ACNUR desarrolla en el país planes que les permiten integrarse al mercado laboral.
El informe anual de ACNUR en el 2015 indica que la cifra de desplazados alrededor del mundo alcanzó los 65,3 millones de personas, principalmente por escapar de las situaciones de violencia.
Ese estudio da cuenta de que en solo cuatro años hubo un incremento del 55%, mientras el espacio de asilo se restringe en Europa y otras regiones.
Hondureño perseguido por su orientación sexual: 'Tuvimos que huir para salvaguardar nuestras vidas'
Costa Rica ha otorgado refugio a cuatro personas que eran perseguidas en sus países por su orientación sexual.
Uno de esos casos es el de Dennis Castillo, joven hondureño que tuvo que buscar refugio en nuestro país debido a las constantes amenazas que pesaban sobre él por pertenecer al grupo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGTB).
En el 2012, Castillo llegó al país con otros compañeros que decidieron escapar de la persecución.
"Tomamos la decisión de salir huyendo para poder salvaguardar nuestras vidas y no ser una estadística más de lo que está sucediendo en Honduras".
Sostuvo que en su país se registran más de 227 casos de crímenes contra esa población y que pueden haber otros que no han sido descubiertos.
Antes de dejar su patria, Castillo trabajaba en programas de Derechos Humanos para la población LGTB. Según dijo, después del Golpe de Estado del 2009, se incrementó la ola de asesinatos debido al odio por diversidad sexual.
"No es que no existía, pero no estaban siendo visibles como en ese momento se dio. Como población estamos más en situación de vulnerabilidad y tuvimos que vivir a través de nuestro trabajo, nuestra organización, la muerte de varios compañeros y eso luego nos impulsó a salir", expresó.
Añadió que en su país se debe ocultar su orientación para poder pertenecer a una "sociedad heteronormativa".
Eligió Costa Rica porque, al estar en la misma región, su familia visitarlo con más facilidad.
Castillo consideró que Costa Rica es un modelo en el tema de refugio y en derechos para la población LGTB, pues hay leyes y políticas que esa población sueña tener en otros países.
"Hasta no garantizar el tema de seguridad, la libertad y el derecho a la vida, creo que va a ser un poco difícil tener un país más democrático e inclusivo hacia las personas LGTB", dijo.
Calificó de eficiente el proceso que le permitió tener la condición de refugiado ya que en cuestión de cuatro meses le resolvieron la solicitud.