“Somos cuatro amigos de Taguasco (Cuba). Nos vimos en Ecuador y emprendimos esta aventura para ir a Estados Unidos, porque tenemos el sueño de la libertad y trabajar...”.
Miguel Ángel Díaz, de 31 años, un profesional en Educación Deportiva, resumió así el por qué ingresó a Costa Rica.
Este hombre, recluido junto con otros nueve cubanos en el Centro de Aprehensión para Extranjeros en Tránsito, en Hatillo, es uno de los 3.733 cubanos que entre el 1.° de enero y el 18 de noviembre de este año, ingresaron de manera ilegal por el puesto migratorio de Paso Canoas, en la frontera con Panamá, en su camino hacia los Estados Unidos.
Kathya Rodríguez Araica, directora de Migración y Extranjería, explicó que se tiene esa cifra porque son extranjeros que se presentan, de forma voluntaria, al puesto migratorio, pero lo hacen sin pasaporte y manifiestan que solo desean pasar por Costa Rica.
“Llegan indocumentados; por eso se les abre un proceso para deportarlos, pero, al no tener pasaporte, el trámite se complica. Les damos una cita para que se presenten al día siguiente a San José, pero no se presentan, desaparecen”, manifestó la jerarca.
Rodríguez expresó que estas personas deben trasladarse por sus propios medios, porque el país no cuenta con los recursos ni la infraestructura para mantenerlos en contención. El centro de Hatillo solo tiene capacidad para 60 personas.
Los nueve detenidos fueron encarados por la Policía, luego de que no asistieron a la cita con Migración.
“Trataron de burlar a Migración en dos ocasiones y, eso nos asegura que lo van a volver a intentar de nuevo. Unos de ellos tiene tres semanas preso porque el Consulado (cubano) se ha atrasado con los salvoconductos”, comentó la funcionaria.
Mejores tiempos. Miguel Ángel Díaz dijo que para emprender la travesía dejó esposa e hijo de año y cuatro meses, además de vender todos los enseres de la casa.
“Soy un profesional. Ganaba $12 al mes, así que puse una cafetería, pero para trabajar todo hay que conseguirlo ilegalmente, así que el 11 de setiembre salí para Ecuador. Allá logré trabajar, pero no ganaba lo suficiente”, agregó.
Alexánder Yanes, de 38 años, quien manifestó ser un dependiente en almacenes, explicó que salen de Cuba por avión a Ecuador (país que no les pide visa) y de ahí planifican el traslado a Estados Unidos.
“El cubano es estudioso y vamos de país en país. A veces tenemos que pagar, pero aquí en Costa Rica no hemos dado nada. Lo que queremos es que nos dejen salir para seguir a Nicaragua”, opinó este hombre, quien también está preso en Hatillo.
Yanes y Díaz coincidieron que en Cuba “todo el mundo” sabe que desde Ecuador pueden viajar, de manera ilegal, hacia Estados Unidos, donde si son detenidos y demuestran que son cubanos, reciben asistencia médica y económica. Luego de un año y un día de estar allá, pueden optar por la visa de residencia.
Kathya Rodríguez confirmó que el ingreso masivo de cubanos se incrementó desde el año 2012, cuando pasaron ilegalmente por suelo tico 2.276 personas.
“Lo que preocupa es que vemos que vienen muy bien asesorados. Al principio les decomisábamos el pasaporte, pero tan pronto se dieron cuenta de eso, ahora dicen que lo extraviaron.
“Con las medidas que tome Costa Rica, no vamos a eliminar ese flujo; debe ser una estrategia regional. El peligro es que en la travesía están expuestos a los traficantes de personas”, dijo .