Cinco policías de Fuerza Pública, uno de la Policía de Migración y otro de la Policía de Tránsito fueron apresados, el miércoles, como sospechosos de dar una golpiza a un detenido.
La situación se presentó en Quepos y los oficiales fueron aprehendidos por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Los miembros de Fuerza Pública son de apellidos Hidalgo, Cubillo, Robelo, Martínez y una oficial de apellido Miranda.
El agente de Migración es de apellido Berrocal y el de Tránsito responde al apellido Arias.
De acuerdo con el informe del OIJ, el 29 de julio, Berrocal denunció el robo de un chaleco antibalas de las oficinas de Migración e identificó como sospechoso a un sujeto de apellido Fernández, de 32 años.
Tras la denuncia, el policía de Tránsito llevó a los miembros de Fuerza Pública a hacer el arresto de Fernández en un barrio llamado La Inmaculada, en Quepos.
Supuestamente, de ahí llevaron al detenido a la delegación de la Fuerza Pública, donde le dieron una golpiza.
La madre del aprehendido y una prima llegaron a la delegación y escucharon los golpes, según indicaron luego a la Policía.
Aparentemente, los policías le pusieron a Fernández una bolsa en la cabeza mientras lo agredían. Luego, lo dejaron en libertad y él puso la denuncia.
La Policía Judicial comunicó que a los oficiales detenidos se les achacan los delitos de abuso de autoridad y falsedad ideológica.
Esta última falta se les atribuye porque, supuestamente, indicaron en su informe policial que Fernández portaba droga y que opuso resistencia a la hora de apresarlo para justificar que debieron golpearlo. No obstante, otros oficiales y testigos desmintieron esa versión de lo sucedido.