Casi siete de cada 10 reos que se inscribieron en el padrón para elegir presidente, se quedaron sin votar en las elecciones del 2 de febrero pasado.
Se trata de un 67,48% que duplica el 31,73% de abstencionismo a nivel nacional. El dato se desprende de un análisis que realizó La Nación de las actas oficiales del conteo hecho por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de las papeletas en las 30 mesas que se habilitaron en las prisiones.
En total, de las 8.713 personas inscritas en el padrón electoral para votar en 16 cárceles, únicamente se recibieron 2.832 votos (32,52%), sobraron 5.876 papeletas (67,48%) y cinco ciudadanos fallecieron antes del 2 de febrero.
Los cinco centros donde menos reclusos pudieron votar fueron Adulto Joven (95%), San Sebastián (85%), San Rafael (75%), La Reforma (71%) y Gerardo Rodríguez (69%).
También, donde más participaron fue en Adulto Mayor (53%), Pérez Zeledón (44%), Limón (41%), San Carlos (39%), Buen Pastor (37%) y Cartago (36%).
¿Qué pasó con los 5.876 reos que no votaron? La respuesta es incierta, pues se desconoce cuántos quedaron libres y no llegaron a votar, cuántos reos fueron trasladados a centros distintos a donde estaban inscritos en el padrón ni cuántos voluntariamente decidieron no presentarse a la urna.
Según Adaptación Social, el 5% de los votantes llegó desde fuera de prisión, ya sea porque obtuvo la libertad desde que el padrón cerró el 2 de octubre, o porque son personas que nunca estuvieron presas, pero eligieron la cárcel como domicilio electoral, por ejemplo, indigentes.
Gerardo Abarca, secretario general del Registro Electoral, explicó que el abstencionismo es multifactorial, por lo que habría que considerar aspectos técnicos como los movimientos tan fluctuantes que hay en las cárceles y los elementos subjetivos del elector que no vota por decisión propia.
¿Por quién votaron? De acuerdo con el conteo oficial del TSE, el 33,27% de reos votantes escogió a Johnny Araya (Partido Liberación Nacional), el 28,85% a José María Villalta (Frente Amplio) y el 16,75% a Otto Guevara, del Movimiento Libertario.
En el caso de Rodolfo Piza (Partido Unidad Social Cristina), solo el 7,24% votó por él y el 7,13% por Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana. El 6,76% restante eligió a otros candidatos.
Un 3,81% anuló el voto y apenas el 1,09% votó en blanco. Del análisis de votos en los 16 centros, se desprende que el PLN obtuvo el primer lugar en siete cárceles: El Buen Pastor, San Rafael, La Reforma, Adulto Mayor, Cartago, Liberia y Puntarenas.
En el caso de los centros de San Sebastián, Pérez Zeledón, Gerardo Rodríguez y Limón, el Frente Amplio estuvo a la cabeza.
Únicamente, en la cárcel La Marina (San Carlos), el Movimiento Libertario quedó en primer lugar, seguido por el PLN.
En el ámbito de Adulto Joven hubo un empate entre el PLN y Movimiento Libertario; y así ocurrió igual en la cárcel de San Ramón, pero entre el PLN y Frente Amplio.
El Movimiento Libertario se ubicó, por lo general, en el tercer puesto, mientras que el PUSC estuvo en el cuarto lugar en la mayoría de cárceles, seguido por el PAC.
El día de las elecciones, en las cárceles había 13.241 reos. Si se restan 2.000 extranjeros recluidos, ese día pudieron haber votado unos 11.000 reos. Es decir, cerca de 8.200 reclusos el día de las elecciones no pudieron emitir el sufragio.