
San José
Motorola presentó esta tarde en Nueva York su Moto X, su primer smartphone hecho bajo el mandato de Google y fabricado por completo en EE. UU. a un precio de $199.99 por dos años de compromiso con el operador que lo distribuye.
El aparato apunta al mercado donde dominan smartphones de alta gama como el iPhone 5 de Apple o el Galaxy 4 de Samsung apostando a sus nuevas habilidades. Este es un teléfono de rango medio sumadas todas sus características.
El Moto X no es un monstruo escupe fuego capaz de devorar a sus rivales por razón del hardware. Es más bien un aparato compacto, ágil y con algunas destrezas novedosas que se orienta a usuarios comunes de teléfonos inteligentes.
La principal consiste en el alto nivel de personalización que el usuario puede tener del aparato enviado de fábrica.
Para estimular las ventas, los clientes podrán personalizar la apariencia de su teléfono eligiendo por adelantado los colores del dorso y del borde de la terminal e incluso se podrán grabar inscripciones y enviar una foto previamente para que la imagen de fondo en el menú principal refleje el gusto de la persona desde antes de recibir su dispositivo. Si no lo desea personalizado, los sabores disponibles de fábrica son blanco y negro.
Según la publicidad en la página de Motorola, las personas podrán escoger entre "miles de combinaciones" (en realidad son solo 2.000 según el comunicado de prensa) y recibir el aparato pre-diseñado por el usuario en cuatro días dentro de EE. UU. donde será distribuido por los principales operadores telefónicos como AT&T, Sprint, T-Mobile, y Verizon. Motorola también ofrecerá modelos desbloqueados.
Estará disponible en EE. UU., Canadá y América Latina entre agosto e inicios de setiembre según la información oficial que, aclara, podría variar de precio según dónde se distribuya.
Otra novedad es que incluye 50 GB de espacio gratuito por dos años en Google Drive. El artefacto, además, no viene con la última versión del sistema operativo Android, la 4.3. En su lugar, incluye la 4.2.2 Jelly Bean.
Los principales trucos tienen que ver con la gestualidad y los mandos, algunos de los cuales tampoco son desconocidos en otras terminales.
Cuando el usuario dice "Ok Google" empieza el asunto pues a partir de ahí el aparato puede responder a preguntas diversas como dónde se encuentra la persona, el clima, marcadores deportivos y otras como recordatorios en el calendario, iniciar llamadas, mandar textos y correos como lo haría Siri en un iPhone. En el caso del Moto X todo ocurre a pura voz, sin oprimir botones.
Otra de características relevante es que si se olvida en casa o en el trabajo, el celular se puede enlazar automáticamente a su navegador Chrome y el usuario podrá ver exactamente quién lo llama y responder mensajes SMS, entre otras opciones.
La cámara funciona con un movimiento de muñeca, mediante el cual se activa automáticamente el lente. El usuario tampoco deberá apretar un botón para capturar la imagen pues toda la pantalla servirá como un botón. Solo debe tocarla.
Otras habilidades del Moto X permitirán migrar la información del smartphone a otro con una aplicación y el material incluye poder pasar desde fotos hasta el historial de mensajes.
A nivel de hardware, las específicaciones son parecidas a otros equipos en el mercado. El Motorola Moto X viene una pantalla de 4,7 pulgadas con resolución de 720p, un procesador dual-coreQualcomm Snapdragon S4 Pro de 1,7GHz, incluye 2GB de memoria RAM, almacenamiento interno de 16GB o 32GB (viene sin ranura para expandir capacidad de almacenamiento), cámara frontal de dos megapíxeles y la trasera es de 10 megapíxeles también de alta resolución y capaz de grabar vídeo a 60 fotogramas por segundo.
Mide 129 milímetros de alto y 65 de ancho.
Google compró el 15 de agosto del 2011 a Motorola en $12.500 millones, con lo cual el gigante de Internet se adueñó de 17.000 patentes, de las que 7.500 aún esperan registro formal.