Unos 20 jóvenes universitarios del país asumieron el reto de desarrollar, en una semana, prototipos de dispositivos médicos, que en el futuro podrían ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas.
Esto, debido a que participaron en el curso Ingeniería y Diseño en Innovación de Tecnología Médica, organizado por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), con el apoyo docente de la Universidad de Rice, en Houston, Texas, Estados Unidos.
Durante una semana, los concursantes se enfocaron en aportar soluciones a problemas de salud como: padecimientos del corazón, males en los riñones y algunas discapacidades que dificultan la movilidad de las personas, entre otras.
Ganadora. De las propuestas presentadas, la desarrollada por el equipo de Marlon Gudiño, Daniel Ordoñez, Elizabeth Vargas, Ana María Murillo y Michael Hart, resultó ganadora. Los muchachos idearon una alternativa para un procedimiento llamado Pericardiocentesis, cuyo objetivo es extraer fluido que se almacena alrededor del corazón de los pacientes.
“El corazón está en una bolsa que se llama pericardio y este espacio es muy reducido. En la actualidad, se introduce una aguja y se saca todo el líquido. Al introducirla, se debe tener cuidado de no tocar el corazón”, dijo Marlon Gudiño, estudiante de Ingeniería en Materiales, en el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Por ello, estos muchachos se enfocaron en diseñar el prototipo de un dispositivo que permitiera extraer fluidos de forma efectiva y menos invasiva, explicó Daniel Ordoñez, alumno de Electrónica en esa misma casa de estudios.
Gudiño aclaró que para lograr esa meta, propusieron el uso de piezoeléctricos y fotorresistores.
Los primeros son materiales que cuando reciben un pulso eléctrico, generan una onda mecánica y así es más fácil saber por dónde va (la aguja, en este caso). Entre tanto, los segundos funcionan dando una señal, según la cantidad de luz que reciben. “La idea es que cuando la aguja vaya atravesando, reciba cada vez menos luz. Así el doctor tendrá un sistema como de semáforo, para saber cuándo detenerse”, comentó Gudiño.
Experiencia. Carlos Hernández, otro de los universitarios que participó en el curso, junto a otra agrupación, dijo que esta fue una excelente oportunidad para compartir conocimientos, experiencias y hasta para practicar inglés, pues las presentaciones finales se dieron en ese idioma.
El equipo de este joven propuso un módulo en que los pacientes que requieren hemodiálisis puedan hacerla en su casa, para no tener que desplazarse grandes distancias hasta el hospital.