Stefany Cohen tiene 25 años y desde que era adolescente quería ser escritora de poesía. Jamás le pasó por la cabeza que sería una emprendedora; es más, ni siquiera sabía lo que eso significaba hasta que ella misma llevó a cabo su propio proyecto de emprendimiento: la organización del evento TEDxBellaVista, hace dos años en Panamá.Desde entonces, esta canalera de contagioso entusiasmo ha dedicado sus energías a motivar a los jóvenes latinoamericanos para que se conviertan en emprendedores.
Con una conferencia titulada Nunca es temprano para emprender , Cohen será una de las expositoras en el evento TEDXPuraVidaJoven que se realizará hoy en el Auditorio Nacional.
El término emprendedor se ha puesto de moda, especialmente para referirse a nuevos negocios. ¿Cómo lo definiría usted?
Un emprendedor es una persona proactiva que no está esperando que alguien venga y le diga: ‘oye, esto no está funcionando y hay que arreglarlo’. Los emprendedores están todo el día identificando problemas y pensando en soluciones. Están dispuestos a desarrollar un proyecto o negocio que genere algún tipo de impacto y hacen lo que tengan que hacer para que ese proyecto dé resultados.
¿Se necesita ser arriesgado para ser un emprendedor?
Prefiero hablar de valentía o de atrevimiento, porque en América Latina las líneas sobre lo que se supone que tenemos que hacer están tan marcadas, que es difícil salirse de ellas. Hay que atreverse a llevar la contraria. Son solo los atrevidos, los valientes, quienes se lanzan tras sus proyectos porque creen que van producir en un cambio.
¿Es el emprendedor, en principio, una persona solitaria que vive aislada en sus propios sueños?
No, pues para que un emprendimiento sea exitoso es necesario un equipo. Emprender solo es muy difícil. Los emprendedores buscan a otros emprendedores para crear así una especie de comunidad de apoyo. Es necesario que el emprendedor esté en contacto con la gente y con el mercado para poder detectar dónde están los problemas y cómo solucionarlos.
O sea, difícilmente se puede ser un emprendedor sentado detrás de un escritorio...
Los emprendedores son diligentes y persistentes. Están todo el día vendiendo sus ideas o productos, de modo que tienen que estar en la calle para conocer a sus clientes y además para buscar inversionistas que apadrinen su propuesta.
¿Cualquier persona tiene potencial para ser emprendedora?
Cualquiera. Creo que los verdaderos emprendedores usualmente son personas que desde pequeños creyeron en ellos mismos porque, a su vez, alguien creyó en ellos. El emprendimiento es un proceso de aprendizaje que se inicia con la actitud ‘yo puedo’. Cuando tú sientes que puedes hacer algo, todo lo demás viene solo. Son habilidades que se van desarrollando porque confías en que vas a poder vencer cualquier obstáculo que se presente.
¿Cuándo se dio cuenta de que era una emprendedora?
De pequeña quería ser poeta. Nunca vendí nada hasta que empecé a emprender. Yo quería empezar a emprender, pero no sabía cómo, así es que mi primer pequeño proyecto de emprendimiento fue organizar un TEDx sobre ese tema. Fue una experiencia muy rica.
¿Cuáles son los principales obstáculos con los que se enfrenta un proyecto de emprendimiento?
El primero es la resistencia psicológica: cuando surgen los miedos, uno mismo se inventa todo tipo de excusas. También existe la resistencia creativa: al principio uno se topa con una avalancha de buenas ideas y entonces hay que aprender a seleccionar la mejor opción.
¿Hasta dónde debe ‘volar’ la imaginación del emprendedor?
El emprendedor exitoso debe manejar un balance entre ser disciplinado y creativo. Antes de ejecutar un proyecto de emprendimiento, es necesario diseñar una estructura estable, para así poder ir insertando la innovación.
”Los procesos deben estar claros desde el principio y es necesario apegarse a las reglas.”