En abril del año pasado, una pequeña empresa holandesa lanzó un sitio que ofrece a los lectores artículos de prensa por unos centavos por cada pieza. Su nombre es Blendle y se declara el “iTunes del periodismo”.
La frescura de su enfoque tiene un solo objetivo: preservar la existencia de la prensa escrita en Internet, hoy en día en que la venta de anuncios en línea falla relevando la publicidad en papel.
Marten Blankesteijn y Alexander Klöpping, ambos de 27 años de edad y experiodistas, crearon Blendle por “amor al periodismo de calidad”, dicen, pero simplificando la lectura y venta de notas. Tan fácil como bajar una aplicación para el celular.
En Blendle los lectores revisan gratis diarios y revistas desde computadoras, tabletas o teléfonos y solo pagan por artículo leído. En vez de notas sobre chismes o videos chistosos de animales, en Blendle lo que más se consume son entrevistas, columnas y análisis en profundidad.
Dinámica. El usuario halla textos de todos los diarios holandeses y paga 20 centavos por cada pieza mediante un único clic. También hay contenido de The Economist y The New York Times .
Se pueden fijar alertas por temas y el afiliado recibe un bono de 2,5 euros (¢1.500) al afiliarse.
Si el artículo se cierra en menos de 10 segundos, le hacen un reembolso. Incluso le devuelven el dinero a quien haya leído un escrito entero que le disgustó. Eso sí, debe brindar alguna razón.
El dueño del contenido se deja 70% de cada pago y Blendle 30%.
De paso, el sitio funciona como red social, ya que el suscriptor puede seguir a celebridades y amigos según sus lecturas o inclinarse por los artículos más leídos según los votos de la comunidad.
Parte del éxito de Blendle reside en que para los holandeses era difícil hallar contenido de calidad en línea de los medios locales, debido a la estricta frontera entre Internet y la industria de diarios que existe en ese país.
Algunas publicaciones tienen sistemas de cobro por contenido, pero el usuario debe registrarse y suscribirse a toda la publicación para leer solo algunas notas, sin mencionar las trabas para compartirlas en Facebook o Twitter.
Así se explica cómo Blendle ya posee más de 130.000 usuarios, la mayoría muy jóvenes para una aplicación centrada en contenido periodístico, reconoce Klöpping al describir su compañía.
Según sus creadores, el 60% de sus usuarios oscilan entre 20 y 35 años de edad. Aquellos entre 20 a 25 años son el grupo más grande.
Impulso económico. Blendle solo opera en Holanda, pero pronto podría cruzar fronteras: en octubre anterior recibió $3,8 millones de euros de inversión (¢2.283 millones) del gigante editorial europeo Axel Springer y de The New York Times Company .
Con los fondos, Blankesteijn y Klöpping planean expandir su modelo a otros mercados. Esto dependerá de cuán receptivos sean los editores en cada nación a su modelo de cobranza.
En última instancia, lo que Blendle les ofrece es una vitrina alternativa para sus contenidos y otro flujo de ingresos paralelo a sus suscripciones digitales, con las cuales el sitio no compite.
Aunque parece prometedor, hay dudas. Por ejemplo, se critica de Blendle el operar en un país pequeño en comparación con otras naciones europeas.
Aun así, Klöpping confía y, según comentó al diario The Guardian , el modelo periodístico de Alemania, Francia y España semeja al holandés. Si Blendle abre en esos países, afirmó, habrá quienes deseen leer por unos centavos piezas sueltas de The Economist y The New York Times.